Por Juan Casabó
El presidente Argentino participó en la 79° Asamblea General de la ONU, en su sede en Nueva York, donde se posicionó en contra del principal pacto del futuro orientado al desarrollo sostenible, la reducción de la pobreza y el mantenimiento de la paz y seguridad internacional.
Desde el 24 de Septiembre hasta el 30 del mismo mes se está llevando a cabo el debate general de la 79° Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU79). En su periodo ordinario de sesiones, el cual va de Septiembre a Diciembre de cada año con posibilidad de extensión hasta Enero, la Asamblea General de la ONU aborda gran cantidad de temas en agenda. Además, permite que los Estados Miembro expresen sus opiniones referentes a determinados aspectos internacionales.
Este periodo 2024, marca un hito crucial en el esfuerzo mundial por acelerar el progreso hacia los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los ODS se desarrollaron luego de la Cumbre de París en 2015, surgiendo como el futuro marco de desarrollo global y sucediendo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se trata de objetivos interconectados y diseñados para establecer un futuro más sustentable pero el planeta. En la Cumbre del Futuro, se destacó la urgente necesidad de mejorar la cooperación internacional para hacer frente a retos urgentes como el cambio climático, la pobreza y la desigualdad, al tiempo que se abordan las repercusiones de los conflictos actuales y las crisis sanitarias mundiales. El Pacto del Futuro está pensado hacia 2045, ya que no se llegarán a cumplir todos los objetivos a 2030. Además, suma temas como regulaciones a las redes sociales y a la inteligencia artificial, además de un pacto digital con compromisos y acciones en este ámbito.
¿Cómo se posicionó Argentina ante el pacto del futuro?
La Ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Diana Mondino, fue la primera que expuso la postura que tomaría nuestra Nación con respecto al Pacto del Futuro. En su discurso ante la Asamblea, dijo que “nuestro país ha realizado un diagnóstico realista y ha iniciado un proceso de reformas, por lo cual estamos comprometidos a ser uno de los países más libres de la Comunidad Internacional. Muchos de los puntos de este pacto son retardatarios de la nueva agenda de Argentina. Aún así, propusimos diversas acciones constructivas que no siempre fueron tomadas en cuenta, y eso nos lleva a disociarnos.”
Aunque muchos otros oradores reafirmaron el papel de la ONU y acogieron con satisfacción la adopción del Pacto del Futuro, Javier Milei, Presidente de Argentina, discrepó de dicho acuerdo. Describió la Agenda 2030 como “la imposición de un gobierno supranacional”, y los encierros impuestos durante la pandemia de COVID-19 como un crimen contra la humanidad. “La ONU tiene políticas ridículas, como la de cero emisiones”, dijo, agregando que Argentina no apoya ninguna normativa que viole los derechos del comercio y de las personas, y que el país estará a la vanguardia de la defensa de la libertad. Con este discurso, Milei dejó claro el rumbo que tomará el Estado Nacional bajo su administración.
¿Qué implicancias tiene la disociación?
En palabras del ex embajador de la república Argentina Julio Lascano y Vedia, “el término “disociarse” en Diplomacia, hace referencia a alejarse de una sociedad, en este caso, que la Argentina no toma plena parte por un acuerdo multilateral firmado por todas las partes.”
Las implicancias directas suceden en el orden político. Se trata de un mensaje que busca reafirmar al país como soberano y autónomo, diciéndole a la Comunidad Internacional que el gobierno actual no comparte los compromisos ligados con los objetivos de cambio climático, desarrollo sostenible y género.
La disociación no conlleva consecuencias legales inmediatas, ya que el Pacto no es jurídicamente vinculante. Sin embargo, podría afectar la participación de la Argentina en debates globales sobre temas como desarrollo sostenible, paz y seguridad internacional.
Cabe destacar que, como antecedentes históricos, Argentina ha tenido una relación muy buena con Naciones Unidas en lo que se refiere a participación y proactividad. No solamente en la Asamblea General, sino en el Consejo de Seguridad, la Comisión de Derechos Humanos, y demás. Un hecho así marca una ruptura respecto a patrones históricos que ha seguido el país en materia de Política Exterior.
Este escenario podría no ser el adecuado para el momento histórico que está atravesando el país y el mundo, donde la amenaza de atentados terroristas es extrema, y la posibilidad de acceso a financiamiento internacional podría resultar crucial en un futuro no muy lejano. Aunque aún, no ha cruzado el límite de lo discursivo.
El papel que pueden jugar los Gobiernos Locales
La Constitución Argentina establece que las Provincias se dan sus propias instituciones locales y se rigen a través de ellas (Art. 122). A su vez, también permite que éstas aseguren la autonomía municipal, y puedan también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal (Art. 123 y 124).
Teniendo esto en mente, son muchos los casos donde gobiernos subnacionales trabajan en conjunto con los ODS. En las propias páginas oficiales del Gobierno Nacional, a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, se menciona un acompañamiento a los esfuerzos de adaptación y asistencia técnica para provincias y municipios. Son 19 las provincias que han firmado convenio con el CNCPS para entablar acciones de vinculación, cooperación y adaptación de las metas de desarrollo sostenible a nivel local.
Un caso para mencionar es el del Secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia de Tierra Del Fuego. El 24 de Septiembre a través de la red social X, publicó un hilo donde defiende la Cumbre del Futuro y sus pactos, definiéndola como una de las últimas oportunidades de la Comunidad Internacional para hacer frente al creciente riesgo de catástrofes sociales, ambientales y económicas. Menciona que apelar a discursos bajo una pretendida protección de nuestra soberanía como una excusa para incumplir compromisos humanitarios, nos aísla cada vez más del mundo. Cierra el hilo diciendo que se informará formalmente a la ONU el compromiso de su provincia con el cumplimiento de los objetivos del Pacto del Futuro.
En este sentido, hablar del papel de los gobiernos locales debido a su vinculación directa con distintos actores como el gobierno central, la inclusión de la participación de la sociedad civil y diálogo con el sector privado, se vuelve necesario. El ODS11, dedicado a ciudades y asentamientos humanos, incluye al nivel territorial como base del desarrollo. Actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y se espera que este número siga aumentando. El contacto con la población a través del territorio resulta fundamental, especialmente si se desea asegurar el acceso a vivienda y servicios básicos adecuados.
La postura adoptada por Argentina en la 79° Asamblea General de la ONU refleja un cambio significativo en su política exterior, priorizando la soberanía y los valores de libertad frente a los compromisos globales establecidos en el Pacto del Futuro y la Agenda 2030. Si bien esta disociación no acarrea consecuencias legales inmediatas, podría influir en la posición del país en futuros debates internacionales sobre desarrollo sostenible, cambio climático y derechos humanos. Las provincias argentinas, por su parte, podrían seguir un camino distinto en cuanto a los ODS, tal como lo demostró Tierra del Fuego. Resta por ver cómo evolucionarán las relaciones diplomáticas y la participación del país dentro de la comunidad internacional, mientras se enfrenta a desafíos económicos y sociales críticos.
Este escenario plantea preguntas importantes sobre el papel que Argentina desea jugar en la gobernanza global, y si su postura fortalecerá su autonomía o aumentará su aislamiento en el mundo.
