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Argentina: Flujos migratorios y economía

Por Agustina Bonatti

He decidido centrar mi análisis en dos variables principales: la situación económica argentina y los flujos migratorios, los cuales, a su vez, es pertinente que sean clasificados entre flujos regionales y extra-regionales. Considero que nuestro principal lineamiento para la toma de decisiones del país, desde hace varios años, es la situación económica.

Se podría decir que se trata de un análisis bastante reduccionista, ya que no se estarían teniendo en cuenta otros factores que también se consideran claves. De todas maneras, uno de los supuestos que se van a tomar pasa por asumir como dada la normativa interna (motivadora, en gran medida, a la entrada de personas migrantes), basada, principalmente, en dos fuentes: la ley nacional de migraciones 25.871 y la ley 26.202. Además de considerar otros instrumentos de nivel internacional. Se puede observar que el país se enmarca en una normativa permisiva para los migrantes, siendo un gran receptor teniendo en cuenta, sobre todo, el derecho de las personas migrantes que ingresan a la igualdad de trato con los ciudadanos nativos.

 

 Situación de los flujos migratorios en Argentina a través de los años

Para comenzar el análisis, he tomado como punto de partida un gráfico de los flujos migratorios en Argentina respecto a datos de censos que se han realizado entre los años 1869 y 2010  (Caref, 2015).

flujos migratorios
 Migrantes regionales y extra-regionales entre los años 1869 y 2010, según censos nacionales. Fuente: “Personas, “papeles”, políticas y derechos”. INFORME DE INVESTIGACIÓN. CAREF.

 

Como es posible observar, se entiende que en cuanto a cantidad de migrantes, los datos demuestran que durante el censo de 1914 se produjo el pico de registros, y los flujos que se presentaron fueron mayoritariamente extra-regionales. Probablemente, porque esos años fueron considerados los de mayor estabilidad desde la colonia en términos internos; hablando de período de Guerras Mundiales a nivel externo. Dentro del país, el modelo agroexportador era el reinante, el cual tenía dos pilares fundamentales: el trabajo y la tierra. Nos centraremos en el primero, a partir del cual, para cubrirlo, se gestan dos períodos de inmigración: el primer flujo de inmigrantes llega entre 1880-1890 y el segundo flujo entre 1905 y 1913. Registrando un total de 2.325.000 personas aproximadamente (Floria & García Belsunce, 2014).

Estos datos prácticamente se han replicado durante el censo de 1947 y el de 1960, pero vemos que hay un progresivo aumento de migrantes regionales. Internacionalmente, el mundo estaba viviendo un periodo de posguerra, y en esto se enmarca la presidencia de Juan Domingo Perón, quien abogó por una fuerte intervención del Estado en la economía, el impulso de la Industria liviana y del consumo interno, con el fin de alcanzar el pleno empleo. Para obtenerlo hubo un gran aumento en los salarios y se creó el “Estatuto del Peón”, favorable a la inserción de migrantes en el país (Floria & García Belsunce, 2014). Se resalta que, una de las economías más pujantes de la región fue la de Argentina, y esto generó el aumento del flujo de migrantes regionales.

Ahora bien, a partir de los datos del censo del año 1970 vemos que la migración externa empieza a mermar, pero hay una tendencia a la paulatina suba de migrantes regionales y una abrupta baja de recepción a migrantes extra-regionales. Ello enmarcado en contexto de Guerra Fría. En Argentina, se había derrocado al presidente Illia, quien había luchado por un estado de bienestar para toda la sociedad, y se instauró la Revolución Argentina, la cual se encargó principalmente de reducir el estado benefactor; había tendencia inflacionaria y caía el producto bruto interno (Floria & García Belsunce, 2014). En este sentido, se puede advertir que las condiciones internas no eran las mismas que años atrás para el asentamiento de nuevos migrantes.

Ya a partir de 1991 los regionales comienzan a superar a los extra-regionales y la tendencia sigue hasta los últimos datos de 2010. Estados Unidos ya se había instituido como la potencia hegemónica y, es así que, retomando la variable económica, es en este período cuando se vislumbran los mayores desequilibrios. A fines de los ‘80, comienza la hiperinflación heredada del último gobierno militar. Con la llegada de Carlos Saúl Menem, se estabilizó la situación con la Convertibilidad, pero no por mucho tiempo; en 2001 se vivió la situación del corralito, a partir del cual, si quedaba una mínima confianza en el gobierno, se había terminado de desvanecer. Los años pasaron, los gobiernos también, pero la cuestión de la deuda externa era irreversible, la cual ha sido el punto de inflexión de las migraciones.

Sin embargo, la economía a nivel interno tuvo sus avances años más tarde; durante el gobierno de Néstor Kirchner y seguido por su esposa y sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, fue aprovechado el giro a la izquierda en la región, buscando acuerdos y tratando de posicionar a Argentina como líder con Brasil. Además, sumado al acuerdo de financiación de la deuda durante el primero de los gobiernos, muchos de los problemas internos habían sido atenuados y, en conjunto con el aumento de precios de los commodities, se obtuvo una gran llegada de migrantes provenientes de países pertenecientes a América del Sur, siendo los principales orígenes: Perú, Bolivia y Paraguay (Caref, 2015).

 Consideraciones finales

Para finalizar, si bien, se puede decir que es un análisis bastante reduccionista, debido a que considero a la migración como un fenómeno de carácter multidimensional y acá solo se la está midiendo en base a la situación económica de un país; sí creo con firmeza (en base a datos), que no es casualidad que tanto por factores económicos internos, relacionados con la situación externa, se da la coincidencia de que según la variación de la situación económica, se han presentado los respectivos cambios respecto a los flujos migratorios presentados. Además, teniendo en cuenta el contexto, también se demuestra claramente cuál era la posición de Argentina respecto a otros continentes y al propio. Entiendo que siempre los flujos migratorios externos tienen algo para decirnos sobre nuestra situación interna y eso es lo que hoy se tiene que analizar.

 

BIBLIOGRAFÍA:

  • CAREF (2015). “Personas, “papeles”, políticas y derechos”. Informe de investigación. Argentina.
  • Floria, C. & García Belsunce, C. (2014). “Historia de los Argentinos”. Ateneo; segunda edición. Argentina.
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