Por Yamil Roman Gonzalez Busto
En los últimos años hemos observado avances tecnológicos de todo tipo en ámbitos impensados en tiempos anteriores. Este 20 de julio se cumplen 55 años del primer aterrizaje del hombre a la luna, un evento histórico que marcó un antes y un después en la exploración espacial. Es interesante observar en qué posición nos encontramos actualmente, ya que los progresos tecnológicos han sido significativos y abarcan desde la inteligencia artificial hasta los viajes espaciales comerciales.
Avances espaciales hasta la fecha
En el marco de la carrera espacial de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, hemos visto los progresos tecnológicos más asombrosos, como el envío de la perra Laika convirtiéndose en el primer ser vivo terrestre en orbitar la Tierra y la llegada del hombre al espacio con Yuri Gagarin, ambas por parte de los desarrollos cientificos sovieticos. Por su parte, los Estados Unidos se autoproclaman como ganadores de la pelea por tener a los primeros humanos en llegar a la luna con el Apolo 11, en 1969.
Luego de esto, se han desarrollado satélites de última generación que permiten el progreso en la comunicación global, el análisis climático y la navegación por GPS. Además, se da una mayor colaboración entre las naciones en diferentes proyectos espaciales como la construcción de la Estación Espacial Internacional.
La insurrección de China en la contemporaneidad
China está absolutamente decidida en dejar huella en la historia espacial, ya que ha invertido grandes presupuestos en materia de investigación y desarrollo tecnológico. Se encuentra ampliando su propia estación espacial a medida que van agregando diferentes módulos especializados en distintas áreas. Con esta producción, se convierte en el tercer país que ha enviado exitosamente astronautas al espacio y que ha construido una estación espacial, podio que comparte junto con Rusia y Estados Unidos. El gobierno chino espera que Tiangong, nombre de la ambiciosa estación china, reemplace a la Estación Espacial Internacional (ISS) que cesará operaciones en 2031. Cabe destacar que la enmienda Wolf prohíbe que la NASA comparta sus datos con China, por lo que este último se encuentra excluido de la ISS. Muchos de los científicos estadounidenses creen que la norma es absurdamente restrictiva, debido a que ambos países se encuentran en una escala similar de desarrollo y que podrían beneficiarse entre sí.
Chang’e y el estudio de la cara oculta de la Luna
La Luna ha estado orbitando alrededor de la Tierra durante más de 4.500 millones de años, y durante este extenso periodo, la atracción gravitacional de nuestro planeta ha influido significativamente en la rotación lunar, ya que ha provocado que la velocidad de rotación de la Luna se sincronice perfectamente con su órbita alrededor de la Tierra. Como resultado, la Luna completa una rotación sobre su eje y órbita alrededor de la Tierra en un periodo de 28 días. Esta sincronización significa que siempre vemos la misma cara de la Luna desde la Tierra, mientras que la otra mitad, conocida como el lado oculto, permanece fuera de nuestra vista.
Mantener la comunicación con la Tierra durante un alunizaje en la cara oculta de la Luna es extremadamente difícil, debido a que el satélite bloquea las señales de radio. Esta barrera natural significa que cualquier nave o astronauta en esa región queda incomunicado con el centro de control en la Tierra, tal como sucedió en las misiones Apolo, que cuando los astronautas orbitaban la región, experimentaron un aislamiento total del resto de la humanidad. Sin posibilidad de contacto radiofónico, estos momentos de desconexión absoluta añadían un nivel adicional de riesgo y tensión a las misiones.
China ha tomado el desafío de explorar nuestro satélite natural y lo ha hecho mediante las misiones Chang’e, nombradas así por la diosa china de la Luna. El 3 de enero de 2019, la misión Chang’e-4 logró un acontecimiento sin precedentes al realizar un exitoso alunizaje en el cráter Von Kármán, ubicado en la cara oculta de la Luna. El objetivo cumplido fue colocar un aterrizador suave para luego movilizar un rover y explorar sus cráteres para poder estudiar la composición y antigüedad de los mismos. Este logro histórico posicionó a China como el primer y único país en alcanzar este hito en la exploración lunar. Las dos primeras misiones lunares habían sido orbitadores (Chang’e 1 y 2) y la tercera (Chang’e 3) fue una combinación de aterrizador y róver que logró alunizar en la cara visible en 2013. Luego en 2020, Chang’e 5 regresó a la Tierra con muestras de roca y suelo de la Luna, suceso que no se lograba desde hace más de 40 años. Actualmente, se trabaja en la sexta misión lunar que nos mantiene con gran intriga. Para el año 2030 se tiene como objetivo el establecimiento de la presencia humana en la Luna y el envío de sondas para recolectar muestras de los planetas Marte y Júpiter.
¿Qué opinan la ONU y los Estados Unidos de estos avances?
La posición que mantiene la NASA es de no viajar a ese sector por el momento. En la actualidad, Estados Unidos se encuentra promoviendo sus Acuerdos de Artemisa de 2020, que tienen la intención de cooperación internacional pacífica en la exploración y uso civil del territorio lunar, de Marte, como así también de cometas y asteroides. Rusia y China no firmaron los Acuerdos, ya que justifican que ninguna nación tiene derecho a establecer las reglas para el espacio.
En cuanto a la comunidad internacional en general, se destaca que en el Tratado del Espacio Exterior de la ONU de 1967 se establece que ningún país del mundo puede ejercer soberanía sobre cualquier lugar del espacio. El Acuerdo de la Luna de la ONU de 1979 dicta expresamente que el espacio no debe ser explotado comercialmente, sin embargo, las principales potencias espaciales EE. UU, China y Rusia se negaron a firmarlo.
Conclusión
La carrera espacial contemporánea ha alcanzado un punto crítico donde la innovación tecnológica se fusiona con la ambición geopolítica. Los avances plantean desafíos y dilemas de cooperación internacional y gobernanza del espacio. Es esencial reconocer que el futuro de la exploración espacial no puede basarse únicamente en la competencia entre naciones, sino en la colaboración y el respeto mutuo. Por último, dejo una cita que refleja a la perfección lo analizado a lo largo del artículo: “Llegará una época en la que una investigación diligente y prolongada sacará a la luz cosas que hoy están ocultas” (Séneca, 65)
Bibliografía
- Autor desconocido. (2019, 3 de enero). China ha aterrizado en la cara oculta de la Luna: ¿qué hará allí? National Geographic en Español. Recuperado de https://www.nationalgeographic.es/espacio/2019/01/china-ha-aterrizado-en-la-cara-oculta-de-la-luna-que-hara-alli
- Europa Press. (2024, 14 de marzo). El plan que tiene China para la Luna, y que involucra montones de robots caminando por su superficie. La Nación. Recuperado de https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/el-plan-que-tiene-china-para-la-luna-y-que-involucra-montones-de-robots-caminando-por-su-superficie-nid14032024/
- BBC News Mundo. (2022, 6 de junio). Por qué la NASA quiere llevar a un científico a la Luna por primera vez en la historia. BBC Mundo. Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-61709355