Por Agustina Bonatti
Mercosur, uno de los objetivos primordiales dentro de las Políticas de Estado de los últimos años, desde que, tras la vuelta a la democracia, Alfonsín reconfiguró las relaciones con Brasil y firmó la Declaración de Foz de Iguazú en 1985. A partir de allí, la integración regional fue un tema clave y tomó aún más relevancia con la firma del Tratado de Asunción en 1991, donde se institucionalizó el Mercosur como organismo. Desde ese momento, retirarse nunca fue una opción.
Sin embargo, hoy se está cuestionando qué ventajas nos brinda y qué es lo que nos proporciona el bloque que no podamos negociar de manera individual. Erróneamente, estos interrogantes han llevado a respuestas como: “el Mercosur no hace nada” y también “es un organismo que ha quedado obsoleto”. Mediante el presente artículo se va a intentar reivindicar su lugar prioritario en la agenda argentina de Política Exterior, si bien sólo desde el lado comercial, pero teniendo un peso tal que hace que como ciudadanos del Mercosur reafirmemos la idea de por qué seguimos apostando por esta unión aduanera imperfecta.
UNA UNIÓN ADUANERA IMPERFECTA
Como se sabe, el diseño original del bloque preveía alcanzar un mercado común, al establecer rápidamente una unión aduanera y anunciar la inminente entrada en vigencia de un área de libre comercio como fase inaugural de la integración regional. Ninguna de esas modalidades llegó a funcionar plenamente. Es por eso que se denomina al Mercosur como unión aduanera debido a que aún se encuentran algunos aranceles que no se han quitado totalmente, obteniendo así la protección de algunos productos.
Esto ocurre, en gran medida, porque los gobiernos privilegiaron mantener los delicados equilibrios entre actores políticos y sociales, con diferentes intereses y visiones más liberales o desarrollistas en política económica, que dificulta implementar las reformas necesarias para recorrer el camino fijado. De esta forma, se traza uno de los principales aspectos por los que se cuestiona el estancamiento del Mercosur, no pudiendo llegar a su objetivo inicial: ser un mercado común.
LO QUE PESA: EL COMERCIO
Según el Informe Técnico de Comercio Exterior del Mercosur del año 2022, el intercambio comercial del bloque con el mundo fue de 727.308 millones de dólares, obteniendo un aumento del 21,4% con relación al 2021. Dentro del cual, las exportaciones representaron el 55% y las importaciones el 45% del intercambio comercial.
En este sentido, denota que tanto exportaciones como importaciones evidenciaron un aumento con respecto al año anterior, demostrando que el valor de las exportaciones presentó un crecimiento del 17%. Mientras que, las importaciones, registraron una suba del 27%. Sumado a que el saldo en la Balanza Comercial del Mercosur para este periodo fue positivo, alcanzando la cifra de 68.555 millones de dólares. Sin embargo, disminuyó en un 12,9% con relación al obtenido en 2021.
Por otro lado, los datos muestran que el continente asiático fue el principal destino de las exportaciones y el principal origen de las importaciones, representando el 49% de las primeras y el 44% de las segundas dentro del bloque. Un dato no menor si tenemos en cuenta la puja de intereses que había cuando se habló de un posible acuerdo entre Uruguay y China, en donde Brasil fue uno de los primeros en pronunciarse en contra, ya que afectaba ampliamente su comercio.
Además del Gigante Asiático, otros de los principales destinos de las exportaciones fueron la Unión Europea y Estados Unidos; estos tres en conjunto, representan el 52% de las exportaciones del Mercosur. Siendo los rubros más relevantes: “Combustibles y aceites minerales” (15%), “Semillas y frutos oleaginosos” (13%) y “Carne y despojos comestibles” (8%).
A su vez, a China se le sumaron Estados Unidos y la Unión Europea, como principales orígenes de las importaciones; representando el 61% del total. Siendo los rubros destacados: “Combustibles minerales, aceites minerales; ceras minerales, otros” (19%), “Reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos” (13%) y “Máquinas, aparatos y material eléctrico” (12%).
En cuanto al comercio intrazona, éste fue de 46.094 millones de dólares, evidenciando un aumento del 13% con relación al 2021. Donde la participación por Estado Parte del Mercosur en el comercio fue constituida por Brasil con 41%, Argentina con 40%, Paraguay con 11% y Uruguay con 9%. Y los principales productos comercializados se centraron en: “Vehículos p/transporte de mercancías” (6,4%), “Energía eléctrica” (4,8%) y “Porotos de soja, excluidos para la siembra” (4,2%).
Por último, a nivel mundial y comparativamente con el año pasado, en lo que va del 2023 tenemos una balanza comercial positiva, ya que contamos con más exportaciones que importaciones, pero ambas siguen siendo en cantidades menores que en el 2022 hasta el día de la fecha. Y dentro de los principales rubros comercializados se destacan: “vehículos automóviles, tractores, otros, sus partes y accesorios” (21%), “Semillas y frutos oleaginosos” (14%) y “combustibles minerales, aceites minerales; ceras minerales, otros” (10%).
En este sentido, se observa que el Mercosur es realmente importante en el comercio de los cuatros estados que lo integran. Base propicia para la creación de vínculos comerciales importantes en conjunto, logrando así un mayor peso a nivel internacional y obteniendo más ventajas que a nivel individual. Entendemos que hoy América Latina ha perdido relevancia en el mundo y necesita reivindicar su lugar en un sistema internacional tan complejo que, debido a las dinámicas que se evidencian hoy, si sabe aprovecharlo, puede obtener muchas ventajas.
CONCLUSIÓN: EL COMERCIO EN EL MERCOSUR
A modo de cierre, se evidencia que el comercio de los Estados Parte en el Mercosur depende principalmente de los países que forman parte del bloque. En el caso de Argentina, vemos que el comercio con Brasil es totalmente relevante en su balanza comercial, pilar fundamental dentro de sus relaciones comerciales; mientras que, a nivel extrazona, China está teniendo gran importancia entre los cuatro Estados Parte. Esto no es casualidad, ya que el acuerdo más favorable para los estados ofrecido por China es a nivel integrado, como bloque; no se obtendrían los mismos beneficios a nivel individual.
Lo mismo sucede cuando pensamos en las ventajas que nos traería el Acuerdo, aún no cerrado, Unión Europea – Mercosur. Con beneficios para nuestra integración que, como actores estatales, serían impensados. Teniendo en cuenta que, de manera general, la Unión Europea entra entre las 10 contrapartes con las que más comercializa el Mercosur.
También debemos pensar que dicho artículo sólo considera el comercio, siendo el área más sólida del Mercosur desde mi punto de vista, sin tener en cuenta todo lo que nos ofrece esta integración. Ya que, a partir de sus diversos foros, también considera otros aspectos; uno que me gustaría resaltar es el social, que ha cambiado la vida de muchos de los ciudadanos de los países involucrados, el principal ejemplo se encuentra en el Acuerdo de Residencia del Mercosur.
Por último, marcar que tal como plantean algunos académicos, América Latina ha perdido su relevancia en muchos aspectos. Particularmente nuestro país ha sido uno de los más golpeados en este sentido, es por eso que considero que hoy, una de las mejores salidas que tenemos para dejar de lado el aislamiento es el Mercosur: a partir del beneficio de acuerdos conjuntos, fortalecernos a nivel interno para poder llegar a ser parte, nuevamente, de las grandes ligas.
