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El escudo y la lanza de Israel

Con la escalada del conflicto israelí-palestino, en todos los medios han aparecido imágenes y videos de grandes explosiones en los cielos de las ciudades israelíes. Esto es el producto del choque entre dos fuerzas militares, una más equipada que la otra por distintas razones, pero que utilizan distintos métodos para derrotar y desmoralizar a su enemigo. Las Fuerzas Armadas de Israel, por su parte, que antaño combatían frente a sus rivales de la región con equipamiento prestado, hoy han logrado convertirse en una de las fuerzas más preparadas del mundo.

 

 

Introducción

Las Fuerzas de Defensa de Israel nacieron junto con el Estado de Israel en el año 1948. Están compuesta por el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, integradas en su totalidad por unos 176 mil efectivos en servicio activo y que, en caso de conflicto declarado, podría aumentar a 622 mil con la movilización de su reserva.

Desde su fundación, se han enfrentado a la mayoría de sus vecinos en numerosas guerras, como lo fueron las de los años 1956, 1967, 1973, 1976, 1978, 1982, 2000, 2006, 2008 y en decenas de enfrentamientos de menor grado. Son una de las mejores fuerzas armadas en el mundo, no por su cantidad, sino por su calidad y preparación, teniendo en la actualidad armamento y maquinaria bélica desarrollados casi exclusivamente en Israel y por compañías israelíes.

 

Los pilares de su poderío actual

Como he mencionado anteriormente, lo que caracteriza a Israel no es el tener el ejército más grande, o el más caro, sino más bien el más eficiente en torno a sus recursos (humanos, económicos, geográficos, sociales) y sus necesidades (espacio-tiempo). El desarrollo de la obtención de un ejército de esta calidad, no es algo que se puede lograr en un par de años, ni tampoco enfocándose únicamente en la armamentística, es todo un proceso donde cada capa de las Fuerzas Armadas, las fuerzas políticas y la misma sociedad deben lograr una especie de conexión y acuerdo, al grado de compartir los mismos valores y visión sobre su Estado. Dándose de esta forma cuatro pilares la “rapidez de respuesta”, la “adhesión interna”, la “moral activa” y el “capital humano y tecnológico”.

 

La rapidez de respuesta

Todos los ejércitos se basan en jerarquía y autoridad, pero hay ejércitos donde la cadena de mando es más flexible que otras. Esta diferencia entre tener una doctrina más o menos flexible, se encuentra esencialmente en que el poder político quiere tener atado en corto a su ejército, ya que si da una iniciativa a sus militares y no crea una estructura muy centralizada se arriesga a sufrir golpes de Estado. El caso israelí es muy distinto, ellos dan flexibilidad al comandante de la unidad, no esperan órdenes, sino que reacciona inmediatamente aprovechando cada minuto, mientras aparecen nuevas oportunidades de acción y movimiento. Por ello, dentro de las Fuerzas de Defensa israelí se da “una planificación centralizada y ejecución descentralizada” permitiéndole un mayor grado de protagonismo a los soldados que están directamente en la línea de frente. Esto no solo se da en la esfera militar, sino que la misma sociedad israelí es una de las menos jerárquicas del mundo, teniendo como costumbre el tener organizaciones mucho más flexibles, según el índice de distancia de poder de Hofstede.

 

La adhesión interna

Se centra en que en Israel el servicio militar es obligatorio para todos los ciudadanos independientemente de su condición social o género, comenzando como soldados rasos. Pero, además, el ejército israelí debido a su tipo de sociedad es algo más meritocrática en comparación a otros ejércitos. Por lo tanto, esto aumenta la moral y permite la profesionalización del ejército.

 

La moral activa

Debido a la sociedad que tienen y su pasado histórico de lucha, presentan una alta moral, que ayuda a cimentar a su ejército. Las diferencias sociales son claves, a menor diferencia social, mayor grado de moral en el combate. Ya cuando chocan índoles de tipo religiosos, étnicos, políticos, entre otros, lleva al conflicto interno y la duda cuando el ejército y sus miembros se encuentran en crisis ya sea en tiempos de paz o en combate. Por lo tanto, esto no ayudaría a tener un ejército cohesionado, y no serviría de nada tener la mejor tecnología, si no contas con unos soldados bien motivados.

 

El capital humano y tecnológico

Para el ejército israelí lo importante es salvar las vidas de sus soldados, sacando las consideraciones éticas, la doctrina militar israelí parte de la base de que su capital humano es escaso y representa una de sus mayores debilidades ya que les hace vulnerables al desgaste continuado. Por eso los militares israelíes reciben una formación mucho más intensa, entrenando con fuego real y con equipamiento de muy buena calidad, siendo así la necesidad que tuvieron de desarrollar un arte marcial especialmente diseñado para su contexto y necesidad, el krav magá, una de las artes marciales más avanzadas y completas para el combate cuerpo a cuerpo. Pero a la misma vez es el desarrollo armamentístico propio, lo que les permite explotar al máximo todo lo anterior. En los años 80 el gobierno israelí creó un programa llamado Yozma, que consistía en diez fondos de capital riesgo con dinero público y privado. Con este fondo se financiaron montones de empresas tecnológicas, siendo el sector armamentístico el que más se benefició, dándose así el surgimiento de numerosas empresas de defensa, las empresas podían trabajar en diseños locales adoptando necesidades israelíes, y de esa forma dotar a sus fuerzas armadas de una serie de vehículos y armamentos especializados en lo que el ejército israelí realmente necesita. Contar con una industria de defensa propia y desarrollada provee de una capacidad superior a Israel, permitiéndole también guardar el secreto de las nuevas adquisiciones militares.

 

 

El escudo de Israel

Desde el año 1968 el Estado de Israel viene sufriendo un prolongado bombardeo de cohetes, pero es en el año 2001 en el que el grupo Hamás comenzó a realizar ataques mucho más masivos, con cohetes y morteros. Pero fue recién en el 2007 cuando el ministro de defensa de Israel (Ehud Barak) seleccionó el proyecto de Domo de Hierro, como la defensa que utilizaría para hacer frente a los ataques palestinos.

El área de defensa antiaérea, le corresponde al Comando de Defensa Aérea, dependiente directo de la Fuerza Aérea, este comando agrupa todos los sistemas antiaéreos misilisticos de corto, mediano y largo alcance. Podemos caracterizar de forma rápida y precisa, que los de largo alcance y antibalísticos que cuentan son el MIM-104 Patriot y el Arrow, y para los de medio alcance disponen de los MIM-23 Hawk y Spyder. Ahora bien, para los de corto alcance está el Iron Domo y justamente este el que ha está en acción esta última semana y siendo a la vez un producto puramente hecho en Israel y por compañías israelíes. El 7 de abril del 2011 este sistema entro en servicio, interceptando el primer cohete Grand palestino. Llevo aproximadamente tres años y USD $200.000.000 en inversión para la empresa Rafael Advance Defense Systems Ltd e Israel Aerospace Industry, en desarrollar la Cúpula de Hierro.

El funcionamiento de este sistema, comprende de tres componentes centrales, que son; el Radar de alta resolución AESA EL/M-2084 de rastreo y detección, el sistema de Gestión de Batalla y Control de Armas (PMC) y la unidad de disparo de misiles. Y su puesta en acción es la siguiente; el radar de rastreo y detección, explora la zona en busca de un motor balístico o un cohete, cuando lo detecta, inicia un proceso de análisis de información y de elaboración de informes que rastrea la ubicación del cohete y determina el tipo de cohete, dos características esenciales. Esta información se transfiere al PMC, el cual procesa y evalúa el nivel de la amenaza y el destino previsto del cohete. La cúpula de Hierro puede discernir entre los cohetes que amenazan las zonas de población y los que caerían inofensivamente en terreno abierto, capacidad crucial, para conservar los interceptores al contrarrestar los ataques masivos de cohetes. En el caso de los cohetes de muy corto alcance, esa decisión del sistema se toma en una fracción de segundo. Luego el PCM determina que misil destruir y cual no, la unidad de disparo de misiles lanza el misil interceptor “Tamir”, el cual está equipado por con sensores electroópticos (ósea que se activa el sensor que se encuentra en su extremo superior y detona su cabeza armada de fragmentación causando así la destrucción en el aire de su objetivo) y varias aletas de dirección para darle una gran maniobrabilidad, la batería tiene entre tres y cuatro lanzadores, y cada uno de estos dispone de cinco misiles, por lo tanto, por batería hay 20 Tamir. El misil lanzado recibe en todo momento la actualización de la trayectoria del cohete, gracias al sistema de gestión de batalla y control de armas, mientras se va acercando cada vez más a su objetivo. Finalmente, el misil israelí explota cerca del cohete palestino y la amenaza contra el objetivo queda neutralizada. La Cúpula de Hierro, no se ve influenciada por las condiciones climatológicas, y puede funcionar eficazmente de día y de noche.

Entre los costes, un misil Tamir cuesta entre USD $ 50.000 y USD $ 100.000, un lanzador que consta de 20 misiles costaría un aproximado de USD $ 1.370.000 y un radar AESA EL/M-2084 unos USD $34.700.000. En el presente, Israel consta de 10 de estas unidades repartidas por el país, pero según expertos tan solo se necesitan 13 unidades para defender todo el territorio. Pero en términos de eficiencia, se presentan dos opiniones distintas, por un lado, quienes afirman una tasa de efectividad del 75% al 85% y otros del 85% al 95%, siendo que hasta el día 19 de mayo Hamás lanzó 3.168 cohetes y misiles, según la cuenta oficial de Israel en Twitter, y de estos un 90% han sido destruidos en el aire. Sin importar las estimaciones a favor o encontrar, la realidad es que es un alto grado de eficacia en comparación con otros sistemas de este tipo en la actualidad.

 

Conclusión

Las fuerzas de defensa israelíes se cuentan entre las mejores del mundo, pero no por su gran tamaño, ni por su coste económico, sino por su eficiencia, y engloba no solo el entrenamiento o la continuidad en combate, sino la coordinación y cooperación entre las fuerzas militares, los políticos y la sociedad, que le permite obtener un gran grado de cohesión. Y, lo complementan con producción y la utilización de armamento y maquinaria producida por la industria de defesa israelí.

 

Bibliografía

 

Autor

Gonzalo Dinamarca: Estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales (Universidad Empresarial Siglo 21).

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