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El rol de la ONU en el conflicto palestino-israelí

A lo largo de los años la implicancia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el conflicto palestino-israelí no ha arrojado muchos resultados, y a pesar de todos los esfuerzos realizados en conjunto por el bloque, hoy vemos como el conflicto ha vuelto a estallar.

 

 

Antecedentes históricos

Desde la creación de la Organización de las Naciones Unidas en 1945, el conflicto palestino-israelí fue uno de sus primeros desafíos.

El “Comité Especial de las Naciones Unidas para Palestina” (UNSCOP por sus siglas en inglés), creado el 15 de mayo de 1947, integrado sólo por países occidentales, buscaba principalmente con su informe mayoritario la partición del territorio en dos, por un lado, un Estado judío, y por el otro, un Estado árabe. Como resultado, se llegó al 29 de noviembre del mismo año, en el que la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 181 que abordó el plan de partición de Palestina, y aunque se basó en el plan mayoritario del Comité Especial, fue sometido a pequeños cambios.

Sin embargo, el plan de partición de Palestina que de algún modo intentó ser la solución al conflicto entre ambos, no hizo más que recrudecer la rivalidad. Para ese entonces, el territorio de Palestina estaba bajo mandato británico, y lo que proponía el plan era dividirlo en dos Estados, uno judío y otro árabe, institucionalizando la capital de Jerusalén como internacional. No obstante, ante la negativa de Gran Bretaña, de la mayoría de los países del Medio Oriente y a su vez de los palestinos que se negaron rotundamente, más la reciente independencia del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, el conflicto ya latente derivó en una guerra, conocida como primer guerra árabe-israelí que se inició tras la invasión al Estado independiente de Israel por parte de países que integraban la llamada Liga Árabe, entre ellos Egipto, Siria, Transjordania, Irak y Líbano.

A lo largo de los años, los enfrentamientos no cesaron entre Palestina e Israel. A pesar de que en determinados momentos haya existido una relativa calma o un alto al fuego, los pequeños meses de paz nunca fueron suficientes para lograr llegar a una solución definitiva.

 

Implicancia de la ONU en la actualidad

 

 

Durante el mes de mayo del 2021 se ha producido el recrudecimiento del conflicto entre Palestina e Israel y las hostilidades han vuelto a ser protagonistas de la región. La comunidad internacional y algunos analistas han visto la escalada del conflicto como de las más brutales y sangrientas de todos los tiempos.

Con respecto a los ataques, estos se iniciaron el pasado 10 de mayo con una serie de bombardeos entre Israel y el grupo Hamas, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007.

Hamas se caracteriza por ser un movimiento palestino enmarcado en una organización que aboga por la creación de un Estado Islámico independiente en Palestina. Es a su vez calificado como una organización terrorista por actores importantes de la comunidad internacional, como los Estados Unidos y la Unión Europea, con contadas excepciones. Esta organización se creó en contraposición a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ya que, a diferencia de esta, Hamas niega rotundamente la existencia del Estado de Israel.

Por su parte, el Estado de Israel se declaró independiente en el año 1948, y fue reconocido como tal por la comunidad internacional, además de ser admitido en la ONU al año siguiente.

A pesar de todo tipo de llamamiento internacional de alto al fuego, el combate siguió en pie. El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dicho que continuarían hasta cumplir con su objetivo, que sería el de desgastar profundamente las bases de su enemigo para que sirva de ejemplo por si en un futuro quiere volver a atacar.

La implicancia de la ONU en este escenario de conflicto tan arraigado, luego de su fallido intento con el histórico plan de partición, aún queda en duda. Por un lado, ha convocado a una serie de reuniones del Consejo de Seguridad, caratuladas como urgentes, entre los 15 miembros que lo componen más mediadores internacionales, empero no tenía por objetivo tomar medidas. Asimismo, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que las hostilidades debían parar, ya que podrían conducir a una crisis regional y humanitaria incontenible, es decir, se buscó la negociación de un alto el fuego. Sin embargo, tanto Palestina como Israel han intercambiado fuertes acusaciones durante las reuniones, mientras que la mayoría de las grandes potencias exigieron un cese del fuego y de la violencia.

La escalada del conflicto podría llevar a una crisis devastadora en toda la región, que ya venía afectada por la guerra de desgaste de los últimos años.

Si bien la labor de Naciones Unidas es compleja, por más que inste a crear una nueva resolución de acuerdo a la vehemencia del conflicto, es casi imposible una solución a corto plazo que deje satisfecha a ambos bandos, por más que se busque tomar partido en el asunto sin tener influencia para beneficiar más a uno que a otro.

Ahora bien, la ONU ejerce una marcada diplomacia en el asunto, en conjunto con Estados Unidos y Egipto han buscado la forma de frenar las hostilidades, ya sea mediante una nueva resolución o mediante el arbitraje, pero aquí nuevamente entra en juego el derecho internacional al que ya han hecho caso omiso en reiteradas ocasiones.

Por un lado, que se busquen medidas diplomáticas como un llamamiento a un alto el fuego o una resolución que involucre a ambas partes es sumamente complicado. En primer lugar, porque un alto al fuego, por lo general, no abordará puntos clave del conflicto, y aquí se vuelve al punto inicial en el que las voces de ambas culturas quedan silenciadas y atadas a las decisiones de las grandes potencias. Y, en segundo lugar, porque Estados Unidos se oponía a una nueva resolución que buscaba principalmente frenar las hostilidades, argumentando que podría deshacer los esfuerzos en cooperación llevados a cabo hasta el momento, por lo que tres veces consecutivas ejerció su derecho a veto, al ser uno de los 5 miembros permanentes dentro del Consejo de Seguridad.

A su vez, la búsqueda de someter el conflicto a un arbitraje internacional es también compleja. Principalmente porque los Estados candidatos a ser árbitros en la disputa tienen intereses particulares que podrían ir en detrimento o mayor beneficio de alguna de las partes.

Por su parte, la ONU a través de sus países miembros está capacitada para enviar asistencia humanitaria como parte de las misiones para el mantenimiento de paz a la región afectada, en forma de mediar las tensiones y menguar la violencia que se está viviendo. En este caso en particular no se busca la paz, sino ayudar a la población civil que es víctima de todos los ataques perpetrados por parte de ambos bandos. Por eso forma parte de una decisión conjunta de la ONU con carácter de urgente. La asistencia humanitaria es una función de las operaciones para el mantenimiento de la paz de la ONU. Esta radica en la entrega a granel de alimentos, asistencia médica, garantiza el acceso al agua, genera refugio y otros servicios a las poblaciones que se han visto afectadas por una crisis humanitaria, en el caso del conflicto palestino-israelí es a causa de una guerra. La ONU, tras el alcance del alto al fuego, ha enviado camiones repletos de ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza.

Tras once días de escalada del conflicto, ambas partes acordaron un alto al fuego. Con la mediación internacional principalmente de la ONU y de Egipto. En especial con la determinación de Egipto de buscar mediar entre ambos de forma “bilateral e incondicional”, se llegó a un alto al fuego “mutuo y simultáneo”, que será supervisado por el mismo durante los meses siguientes.

 

Consideraciones finales

 

 

El conflicto palestino-israelí encaja perfectamente dentro de lo que se conoce como “guerra de desgaste”. Es un conflicto bélico en la cual el objetivo principal es el desgaste del rival en todo sentido conservando la mayor cantidad de fuerzas propias. Aquí, el vencedor es el último que queda en pie, o el que logra destruir al rival generando mayor número de bajas, desestabilizando completamente su economía o corrompiendo la moral del pueblo.

A lo largo de los años, la rivalidad entre ambos no ha logrado disminuir. Sin embargo, en determinados momentos de la historia se han obtenido “treguas” por algunos meses o incluso años, en los que la violencia y los bombardeos han dejado de ser el foco de atención en la comunidad internacional, por lo que en cierta forma las tensiones han quedado relegadas durante algún tiempo.

Con el alto al fuego que se ha alcanzado este último 20 de mayo, hay que tener en claro que las fuerzas tanto israelíes como palestinas están preparadas para el ataque en cualquier momento si creen que su rival no llegó a cumplir con su parte del acuerdo.

Por último, la tregua es momentánea, pone fin a una de las escaladas más violentas de los últimos años, empero no es segura, ya que las hostilidades se remontan a un problema histórico que surgió con la retirada por parte de Gran Bretaña de la región, el plan de partición de Palestina expedido por la ONU, sumado a la independencia de Israel, que desembocaron en la primera guerra árabe-israelí.

 

Bibliografía

 

Autora

Luz Karen Ponce: Finalizando la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Universidad Empresarial Siglo XXI.

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