Por Rosario Ferrer
Si rastreamos el ciclo económico de los Estados Unidos podremos ver que se caracteriza por una serie de altibajos que siempre se terminan revirtiendo para mejor. Pero la polarización política, los nuevos problemas económicos y la presencia de una nueva potencia mundial como China podría poner en duda dicha infalible recuperación…
Orígenes del liderazgo estadounidense
El fin de las dos guerras mundiales dieron origen a un nuevo orden mundial con Estados Unidos y la Unión Soviética a la cabeza. Los primeros años de posguerra se caracterizaron por una relación de cooperación entre los dos países, aunque ya para 1947 las diferencias fueron más que las coincidencias y las tensiones aumentaron, dando origen a la Guerra Fría.
Durante el período de la Guerra Fría, la cual se basaba en ganar influencia internacional y desarrollar las mejores armas del mundo, Estados Unidos llevó adelante distintos proyectos como el Plan Marshall o el Plan Dodge, un importante desarrollo del programa espacial, la famosa “guerra contra la pobreza” o su propio involucramiento en la Guerra de Vietnam. Estas medidas le permitieron a la potencia norteamericana consolidar su dominio en varias regiones del tablero geoestratégico mundial. Pero aquella influencia alcanzada tuvo un costo…
El lado B de la influencia
Si bien las políticas implementadas por los Estados Unidos le permitieron alcanzar parcialmente su objetivo de influencia internacional, el plano interno se vio un tanto descuidado, generando repercusiones negativas en la sociedad y también en la economía.
A partir de los setenta, como consecuencia del elevado gasto militar, la inflación se aceleró y la economía se debilitó, la Reserva Federal no pudo seguir manteniendo una política monetaria estricta – que mantenía una relación entre el dólar y el oro – por lo que la balanza de pagos empeoró y el dólar cayó en picado (Dalio, 2022). Como respuesta, durante la presidencia de Nixon, se decidió desvincular el dólar del oro, lo que dio lugar a un nuevo sistema monetario fiduciario.
La economía estadounidense también se vio afectada por los distintos aumentos de precios de recursos fundamentales. Uno de los más importantes fue el caso del petróleo, al cual la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) aumentó como represalia al apoyo que le brindaba occidente a Israel en el marco de la Guerra de Yom Kipur. Por otro lado, también fue una época de sequías, lo que encareció los precios de los alimentos. Los problemas económicos afectaron directamente a la población civil, dando lugar a problemas políticos y hasta sociales.
Auge de Estados Unidos
En contrarespuesta a la crisis económica que atravesaba Estados Unidos llegó el conservadurismo de la mano de Ronald Reagan. Mediante la aplicación de políticas monetarias restrictivas en la década de los 80s, el dólar recuperó su fuerza y los niveles de inflación disminuyeron significativamente. Esto no solo significó una mejora en la calidad de vida de los estadounidenses, sino que también existían condiciones óptimas para invertir. De esta manera, los niveles de inversión subieron y, en consecuencia, los avances tecnológicos.
Pero las cosas no solo prosperaban para el país norteametricano en el plano interno, sino también en el internacional. En la navidad de 1991 llegaba la noticia de que su gran rival, la Unión Soviética, había sido disuelta. De esta manera, las décadas de competencia por la influencia habían terminado y EE.UU. se constituyó como la gran potencia mundial, al menos por el momento.
Sin embargo, no todo fue gloria y los Estados Unidos comenzaron a endeudarse. Para financiar la deuda los bancos centrales imprimieron dinero y compraron activos financieros para inyectar liquidez a los inversores y ayudar a que estos compraran otros activos financieros, lo que hizo que los mercados de capitales entrasen en auge (Dalio, 2022). El problema de esta solución frente al endeudamiento, es que se aumentó la brecha de riqueza.
Inestabilidad interna
En los sistemas democráticos, la desigualdad trae aparejados problemas sociales que suelen repercutir en el rumbo que toma la política. En este contexto muchos estadounidenses perdieron su trabajo y la calidad de vida que gozaban años atrás. Tal descontento social fue canalizado por el empresario y político Donald Trump, quien con un discurso populista de derecha logró hacerse con la presidencia en 2016.
Debido a su marcado conservadurismo y su postura contra el establishment y las élites estadounidenses, la llegada de Trump a la presidencia generó una mayor fragmentación de la sociedad, algo similar a lo que nosotros, los argentinos, llamamos “grieta”. De esta manera, tanto republicanos como demócratas tomaron posiciones cada vez más radicales. Tal polarización acarrea mayor riesgo de estancamiento político, lo que reduce las posibilidades de cambios revolucionarios que rectifiquen los problemas existentes (Dalio, 2022). Pero no es solo el gobierno el que se encuentra polarizado, sino también la sociedad civil, por lo que también existe un cierto riesgo de algún tipo de guerra civil o revolución (Dalio, 2022).
Por otro lado, vale tener en cuenta las consecuencias devastadoras que trajo la pandemia de Covid-19 para todo el mundo, Estados Unidos no siendo la excepción. Los ingresos, el empleo y la actividad económica se desplomaron y el gobierno se endeudó para prestar mucho más dinero a las familias y empresas. En consecuencia, la Reserva Federal imprimió dinero y compró deuda en cantidades abundantes (Dalio, 2022). Estas medidas monetarias de emergencia generaron la reducción del valor del dinero y del crédito.
¿Perderá el liderazgo internacional?
Si bien los problemas políticos y económicos internos de la gran potencia estadounidense contribuyen a la posibilidad de perder el liderazgo mundial, uno de los factores más determinantes es la emergencia del “gigante asiático”: China. Las reformas económicas introducidas en este último, le permitieron entrar nuevamente a la escena internacional, pero ahora fortalecido. ¿Estará a la altura de derrotar a la gran potencia de los últimos tiempos? ¿Será que el auge de EE.UU. ya llegó a su fin ante el nueva potencia asiáticatica, o solo es otro altibajo? El tiempo dirá…
Referencias
Dalio, R. (2022). Principios Para Enfrentarse Al Nuevo Orden Mundial. Planeta Publishing