Independencia y esclavos en la Argentina

 Por Jadur Muhammad

La revolución de mayo de 1810 y sus sucesivas guerras en la lucha por la independencia marcaron el inicio de un periodo turbulento que sentó las bases de un proceso revolucionario acontecido en toda la región. Desde 1810 en adelante, el mundo sería testigo de las pugnas violentas en las que participaron todos los actores sociales de la época, lo cual incluye a negros y afromestizos libertos y esclavos. A medida que avanzaba la revolución y que la población de la esclavitud y afromestiza iba creciendo ante el colapso del esquema colonial, estos sectores de la sociedad que eran vulnerados y excluidos empezaron a ser necesitados y contribuyeron en la formación de milicias que fueron claves en las victorias obtenidas durante la carrera independentista del país. Entonces, si está clara la participación de los esclavos y afrodescendientes en las guerras de la independencia ¿porque fueron sistemáticamente excluidos de las enseñanzas históricas en las instituciones oficiales de los agentes de socialización? ¿Qué pasa con la formación de la identidad nacional al eludir una parte importante de su composición? Veamos algunas aristas para la reflexión.

esclavitud

Composición y estructura.

Históricamente Argentina tuvo un porcentaje bajo en cuanto a cantidad de población negra registrada en comparación a otros países de la región, esto no fue siempre así y el fenómeno que nos ocupa se vio claramente evidenciado en la época colonial. Según los archivos históricos en los albores de la independencia, en ciudades como Buenos Aires, entre el 20% y el 25% de la población era afrodescendiente e incluso ese porcentaje era mayor en algunas provincias como por ejemplo Córdoba.  Se estima que la totalidad de estos “inmigrantes” habían sido secuestrados de sus territorios y llegado como mano de obra esclava al Rio de la Plata como parte del gran comercio de esclavos de la época. Según los registros oficiales, entre 1777 y 1812 ingresaron cerca de 72 mil esclavos africanos por lo que, en el momento de la revolución de mayo, la ciudad era diversa y no tenía una mayoría de población blanca.

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Los esclavos en el ejército.

Desde 1813 en adelante y ante el avance del ejercito realista las prioridades empezaron a cambiar. En este sentido el reclutamiento de esclavos empezó a ser una práctica habitual en los países de la región para la defensa del territorio. Sin embargo, esta tendencia no fue implementada de manera orgánica, y los patrones que poseían esos esclavos se negaban a que se los enliste en los ejércitos patriotas, llegando a esconderlos de las autoridades para no ver perjudicadas sus “pertenencias” entendiendo que las acciones de las autoridades eran confiscatorias. Por otro lado, una gran parte de esos patrones que poseían esclavos para su economía domestica los cedían al ejercito entendiendo que era un bien mayor el que se estaba persiguiendo. Con posterioridad la autoridad máxima de la época (el Director Supremo) suscribió un acuerdo que establecía que luego de 5 años de servicios, los esclavos podían quedar en libertad.

Al margen de las resistencias de los amos, los esclavos participaron en todas las batallas de la independencia desde Chacabuco a Maipú e incluso aquellos sobrevivientes formaron en el Perú el regimiento del Río de la Plata y formaron parte de los distintos batallones conformados en la época, tal es así que se estima que, en la campaña del General San Martin para asistir a Manuel Belgrano, posterior a la batalla de Ayohuma había 800 esclavos recientemente liberados. La situación continúa normalizándose hasta el que el 3 de noviembre de 1821 se culmina por decreto esta iniciativa. Demográficamente, derivado de lo antes mencionado, luego de las guerras de independencia se fue reduciendo paulatinamente la cantidad de afrodescendientes en todo el territorio nacional, puesto que muchos de estos luego de formar parte del ejercito fueron liberados y emprendieron rumbos divergentes cuya cohesión fue caótica por el racismo que subyacía a la sociedad de la época, que, eliminada la amenaza externa empezó a ver en los negros libre una nueva fuente de temor.

 

La identidad nacional fragmentada.

En nuestro país, el olvido sistemático e intencionado sobre la contribución de los negros y esclavos produjo una distorsión en el ser nacional. Esto en gran parte producto de la manipulación histórica de los acontecimientos y replicados por los aparatos de socialización. En consecuencia, tanto los negros, pueblos originarios e incluso las mujeres fueron descartadas de los análisis históricos considerándolos colectivos de una significancia menor, pero al revisar la historia con espíritu crítico vemos que no es así.  Para aportar otra mirada, muchos autores de los llamados “revisionistas” como Felipe Pigna, escribieron diversos libros al respecto, recapitulando sobre la aportación de estos colectivos en las guerras por la independencia, como el caso de María Remedios del Valle (ahora en los billetes de 10 mil pesos), que no abordaremos aquí por su profundidad pero que los animo a investigar.

 

Conclusiones sobre la esclavitud y su impacto

En resumen, lo cierto es que la sociedad de aquella época era heterogénea y la mayor parte de su composición étnica no era blanca, es decir, la mayoría eran mestizos y en una sociedad en donde la pertenencia o no a una determinada etnia implicaba la satisfacción de las necesidades básicas y el acceso a derechos esenciales, no era un tema menor. En este sentido al ignorar que en su composición lo que abundaba era la diversidad se construyó una identidad simbólica sobre el ser nacional que nada tiene que ver con su realidad fáctica. Por suerte, estas interpretaciones son puestas en evidencia y el análisis histórico que hacemos en la actualidad incluye otras aristas que permiten evolucionar en la constitución de la identidad nacional con una mirada más amplia y representativa.

 

Bibliografía.

 

  • Mata, Sara Emilia. Negros de la Patria: Los afrodescendientes en las luchas por la independencia en el antiguo Virreinato del Río de la Plata.
  • Carmen Bernand. Los olvidados de la revolución: el Rio de la Plata y sus negros Forgotten acto, 2010.
  • Catalina Pistone. La esclavatura negra en Santa Fe, Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe, 1996.
  • Tulio Halperin Donghi, Tradición política española e ideología revolucionaria de mayo, 1985.
  • Tulio Halperin Donghi. Revolución y guerra: Formación de una elite dirigente en la Argentina criolla, 2005.

 

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