Por Magalí Vedoy Granja
Este trabajo investiga la gobernanza del litio en Argentina, Chile y Bolivia en 2022, considerándolo un recurso estratégico. La integración regional es clave para la soberanía energética de América Latina. Se analizan los modelos de gobernanza de León y Muñoz (2019) y su relación con el contexto político y económico actual, así como la legislación vigente y los actores involucrados. También se examinan las iniciativas de colaboración para la explotación y comercialización del litio en el marco de la transición energética.
Introducción
El acceso a la tierra y los recursos naturales ha sido un tema conflictivo en América Latina, especialmente en el siglo XXI, donde la cuestión energética juega un papel crucial. Los debates globales reflejan una creciente preocupación por la finitud de los recursos no renovables y su impacto en el sistema económico (Kazimierski, 2019). Según Ban Ki-Moon (2012), los cambios demográficos, el aumento del consumo y el cambio climático generan presiones insostenibles sobre las riquezas naturales.
Estos factores han ocasionado tensiones entre los Estados sobre el acceso y la distribución de recursos, así como conflictos internos sobre los costos ambientales y sociales (Alimonda, 2011). Ante estos desafíos, es urgente la transición hacia fuentes energéticas alternativas. En este contexto, el litio, considerado “oro blanco” y el “petróleo del siglo XXI” (Fornillo y Gamba, 2019), emerge como un recurso clave, utilizado en baterías y fundamental para la electromovilidad.
Gobernanza en el “Triángulo de Litio”
La gobernanza del litio en el “Triángulo de Litio” es compleja. En enero de 2023, Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, afirmó que la región es de gran importancia estratégica debido a sus recursos: “Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tienes el Triángulo de Litio, que es necesario para la tecnología actual” (Richardson, 2023). Estas declaraciones evidencian el interés internacional en el litio sudamericano.
Sin embargo, en los últimos 20 años, se ha observado un debilitamiento de la influencia estadounidense en América Latina, en gran parte por el acercamiento de varios países a China y Rusia, competidores estratégicos de EE. UU. (Fornillo, 2014). China, como principal demandante de litio, representa el 55% del consumo mundial (Cochilco, 2020), lo que ha llevado al país asiático a buscar alianzas con Argentina, Chile y Bolivia.
En 2021, la Comisión Europea incluyó el litio en su informe sobre materias primas esenciales para la seguridad económica y de defensa, proyectando que para 2050 necesitará casi 60 veces más litio para baterías de vehículos eléctricos (Comisión Europea, 2021). Este interés global resalta la necesidad de que Argentina, Chile y Bolivia aseguren su soberanía energética sobre sus recursos naturales.
Según Lahoud (2005), la soberanía energética implica que un país controle y regule la explotación de sus recursos energéticos, permitiendo actuar con independencia frente a presiones externas. La condición multidimensional y multiactoral de la seguridad y soberanía en relación al litio latinoamericano requiere una estrategia regional que aborde estos desafíos. Bernabé Malacalza (2021) identifica dos aspectos fundamentales para la cooperación geopolítica en el Cono Sur: (1) reformular un diálogo que promueva la amistad y la convergencia en temas clave, y (2) coordinar posiciones frente a las disputas entre EE. UU. y China para mejorar las capacidades de negociación en acuerdos de extracción.
Desafíos de integración en el Triángulo de Litio
Los desafíos en las estrategias de integración del Triángulo de Litio incluyen la disparidad en los modelos de gobernanza ambiental, que se definen como la gestión de los procesos de interacción entre distintos actores (León y Muñoz, 2019). Estos modelos se dividen en gobernanza jerárquica, de mercado y en red.
Bolivia considera el litio un recurso estratégico vinculado a su seguridad nacional. El país tiene un marco normativo que otorga al Estado control sobre la propiedad y explotación del litio, limitando la participación privada a actividades específicas (Obaya, 2021).
En contraste, Argentina regula la minería para atraer inversión privada. Desde la reforma constitucional de 1994, los recursos naturales están descentralizados. Solo Jujuy ha declarado el litio como estratégico, implementando políticas para el desarrollo local (Freytes et al., 2022). Su modelo es de gobernanza de mercado, incentivando la exploración y extracción con beneficios fiscales (Obaya, 2021).
Chile combina estos enfoques, considerando el litio un recurso estratégico no concesionable, explotado mediante acuerdos entre el Estado y empresas privadas. La Política Nacional del Litio de 2023 busca expandir el sector con el Estado en una posición dominante (Forbes, 2023; Cabrera, 2023).
A pesar de las diferencias en sus enfoques, han surgido iniciativas de cooperación. En 2022, Argentina y Chile formaron un Grupo Binacional de Litio, discutiendo temas de valor agregado y capacitación. Además, la CEPAL ha promovido el intercambio técnico entre los institutos de normalización de los tres países (Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, 2022).
Conclusión
La gobernanza del litio en el “Triángulo de Litio” plantea importantes retos y oportunidades para Argentina, Chile y Bolivia. La creciente demanda global por litio, impulsada por la transición energética, convierte a este recurso en un tema central en la agenda política de la región. Para asegurar su soberanía energética, es crucial que estos países trabajen juntos, superando diferencias y construyendo un marco de cooperación que maximice los beneficios de sus recursos naturales.
Bibliografía
- Alimonda, H. (2011). La Naturaleza colonizada. Ecología política y minería en América Latina. Buenos Aires: CLACSO.
- Malacalza, Bernabé (2021), “Diez máximas de la política exterior argentina para el siglo XXI”, Revista de Investigación en Política Exterior Argentina. Volumen: 1. Número: 1 Diciembre 2020- Julio 2021. Buenos Aires.
- Fornillo, B. (2014) ¿Commodities, bienes comunes o recursos estratégicos? La importancia de un nombre en Nueva Sociedad No 252, julio-agosto de 2014, ISSN: 0251-3552, www.nuso.org.
- Fornillo, B. y Gamba, M. (2019) Política, ciencia y energía en el “Triángulo del litio” en Litio en Sudamérica. Geopolítica, energía y territorios. Buenos Aires, El Colectivo.
- Kazimierski, M. (2019). Transición energética, principios y retos: la necesidad de almacenar energía y el potencial de la batería ion-litio, en El litio en Sudamérica. Geopolítica, energía y territorios.
- Ki-Moon, B. (6 de noviembre de 2012). Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados. Mensajes del Secretario General. https://www.un.org/es/events/environmentconflictday/2012/sgmessage.shtml.
- Lahoud, G. (2005) Importancia estratégica de los Recursos Naturales, Informe realizado para el programa de estudios de Recursos Naturales y Desarrollo del Centro Argentino de Estudio Internacionales.
- León M. y Munoz C., (2019), “Guía metodológica para la elaboración de estudios de caso sobre la gobernanza de los recursos naturales”, No.192 (LC/TS.2019/52), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
- Mahiques, V. (2022). Prototipo de reformas urgentes e importantes para la industria del litio · Fundar. https://fund.ar/publicacion/reformas-para-industria-litio/
- Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina. Convenio de cooperación científico-tecnológica con Bolivia. (2022, 29 de julio). .https://www.argentina.gob.ar/noticias/convenio-de-cooperacion-cientifico-tecnologica-con-bolivia-para-la-produccion-de-celdas-y Buenos Aires.
- Richardson, L. AtlanticCouncil. (2023, January 19). A conversation with General Laura J. Richardson on security across the Americas [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=S2ry5Xl7AhM
- Press corner. (2021). European Commission – European Commission. https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_20_1542
