Por Alfonso Lorenzo de Olmos
El día 15 de abril, se desencadenó un nuevo conflicto armado ubicado en el cuerno de África, con Sudán como centro de atención. Este enfrentamiento tiene como combatientes principales a El Ejército Nacional de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido. Como resultado de ello, surge una nueva crisis humanitaria, seguido de otras posibles consecuencias, como el peligro que presenta a sus países vecinos de la región de África Oriental.
Trasfondo de la Guerra actual
La historia de Sudán en los últimos años está marcada por eventos pasados que la llevan a su situación actual. Entre ellas, están las dos guerras civiles anteriores, por lo cual esta actual sería su tercera que van en Sudán. También se debe recordar la independencia de Sudán del Sur, sucedida en el año 2011.
Luego en el año 2019, el gobierno de Omar al Bashir, quien estuvo en el poder desde 1989, fue derrocado por un golpe de estado cívico-militar. Durante los años posteriores a dicho golpe, se intentó hacer una transición democrática mediante un acuerdo cívico-militar.
Desafortunadamente, el antagonismo entre el general Abdelfatah al Burhan (visto como el jefe de estado de facto) y el comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), el general Mohamed Hamdan Dagalo, más conocido como Hemeti, lo que llevó al fatídico desencadenamiento del conflicto. La principal razón que se conoce por el momento está en la asimilación de las FAR hacia el ejército. Para el bando de al Burhan, este proceso estaba destinado a cumplirse en 10 años. Esto llevó a un inevitable desacuerdo que llevó a la lucha armada que viene sucediendo desde el 15 de abril.
Cuatro días antes, las fuerzas de las FAR se desplegaron cerca de la ciudad de Merowe, así como en Jartum. Las fuerzas gubernamentales les ordenaron que se fueran, pero se negaron. Los enfrentamientos comenzaron cuando las fuerzas de las FAR tomaron el control de la base militar de Soba al sur de Jartum. Entre otras situaciones que tuvieron lugar gracias al conflicto fueron la toma del aeropuerto de Jartum, seguida por la evacuación de ciudadanos nativos y extranjeros del país.
La Crisis Humanitaria y Ambiental en Sudán
La nueva guerra civil en Sudán ha estado teniendo como resultado actual un resultado estimado de más de 100.000 víctimas y cerca de 1 millón de personas han sido desalojadas de sus viviendas, según lo que se ha podido registrar por parte de diferentes registros.
Gracias a lo que pasa en Sudán mismo, la crisis humanitaria surgió en el acto, lo que llevó a una serie de desastrosas consecuencias para el país mismo. Ante ello, surgió el tema de la evacuación de los ciudadanos extranjeros y la nueva crisis de refugiados, como pasó en 2015 por lo que pasaba en los países del Medio Oriente. Ante ello, los países que firmaron los convenios de las Naciones Unidas sobre el pacto de refugiados en 2018 tomaron cartas en el asunto de inmediato a través de la expatriacion de los ciudadanos que residían en el país ante la guerra. Los destinos de lugar han sido Egipto, Arabia Saudita y en algunos países de Europa, más allá de alguna disidencia en los últimos.
No solo los refugiados y evacuados son un problema único de esta crisis humanitaria, también está el colapso de la infraestructura de asistencia a los damnificados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 26 ataques contra centros de salud, algunos de los cuales causaron víctimas entre los trabajadores médicos y civiles. Mientras que por parte del Programa Mundial de Alimentos dijo que más de 13 millones de dólares en ayuda alimentaria destinada a Sudán habían sido saqueados desde que estallaron los combates.
Además, está la crisis ambiental que sufre Sudán por producto de la guerra, ya que los recursos naturales y su biodiversidad corren un mayor peligro. A su vez, está la sequía que ha sido producto de altas temperaturas que afectan a la producción agrícola del país. A su vez, que tambien agrava la situacion de especies animales en vías de extinción, como son el elefante africano, el rinoceronte negro a destacar.
Por último, están los planos económicos y sociopolíticos que dejan serias marcas hacia un país que no puede salir de su crisis económica que sufre desde años y este conflicto ha puesto freno a un posible plan de salida ante ello. Mientras que el plano sociopolítico está marcado por las diferencias sociales que sufre el país y esta situación parece marcar las líneas dentro de su sociedad.
Los Intentos de llevar la paz hacia Sudán
Ante lo que transcurre en Sudán, la Santa Sede, las Naciones Unidas, la Liga Árabe, la Unión Africana y otras organizaciones internacionales. Al igual que países como los Estados Unidos, Rusia, India, Suecia, Argentina, Reino Unido, Brasil y Arabia Saudita han hecho lo posible de que se hiciera un inmediato cese a las hostilidades. Al igual que expresaron su repudio al conflicto en diferentes comunicados por parte de sus respectivos gobiernos y administraciones en sus respectivos puestos.
En un principio, parecía que habría resultado en las negociaciones y que se establecería una tregua en ambos bandos. Entre ellos estuvieron ceses de hostilidades por 72 horas en la semana posterior al inicio del conflicto armado. Sin embargo, estos no se pudieron cumplir, por lo que llevó a la continuidad de esta guerra civil. Por lo cual, han habido países que por el momento estuvieron dando su ayuda a los bandos beligerantes, como el caso de Etiopía, que ayuda a las Fuerzas de Apoyo Rápido. Mientras que Egipto, hace su parte de ayudar al bando de al Burhan.
Conclusión
La Tercera Guerra Civil Sudanesa está dejando serias consecuencias que afecta a la región de África del Este en cuatro frentes: humanitario, económico, ambiental y sociopolítico.
Estos cuatro frentes dejan consecuencias nefastas para el futuro de Sudán, que van más allá de cómo se logre terminar su actual guerra civil. A su vez, este conflicto afecta a una región de África que está marcada por conflictos armados por el avance del yihadismo y dichas guerras civiles en los propios países.
Ante ello, es una prioridad urgente de la comunidad internacional y las demás organizaciones que han seguido rastro de este evento bélico en demandar un cese a las hostilidades lo más pronto posible. Si se logra eso, la posible transición democrática para Sudán podría ser una realidad y se pueda expandir al resto de una región de África que necesita sanar sus heridas profundas lo más pronto.