
Por Yamil Roman Gonzalez Busto
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Las elecciones de Túnez de 2024
El pasado mes de octubre, se dio una de las más llamativas elecciones en el último tiempo. En Túnez, el actual presidente, Kaïs Saied, fue reelecto con el 90,96% de los votos escrutados, situación que llama la atención, más aún cuando se sabe que hubo tan sólo un 28,8% de participación, que a su vez fue menor a la conseguida en el año 2019, según los datos oficiales de la instancia electoral (ISIE).
Saied, fue elegido en 2019 con el 73% de los votos, ganando el puesto de presidente en un sistema que combinaba elementos presidenciales y parlamentarios hasta ese entonces. Situación que utilizó como respaldo para tomar plenos poderes en el verano de 2021, con la excusa de reinstalar el orden tras años de inestabilidad política. A esta acción la acompañó con represión a la sociedad civil que se mostraba descontenta. Como respuesta y mostrando su preocupación ante la comunidad internacional, las ONGs del país, las extranjeras y la oposición denunciaron una “deriva autoritaria” del poder.
Contextualización histórica de Túnez
La Revolución de 2011 en Túnez marcó un punto de inflexión crucial en la historia contemporánea del país, dando inicio a la Primavera Árabe. Las protestas masivas llevaron a la caída del régimen autoritario de Zine El Abidine Ben Ali que llevaba en el poder desde 1987 y generaron expectativas de un cambio profundo hacia la democracia. Este movimiento, inspiró a que otros países árabes del norte de África y de Medio Oriente, inicien el suyo. Sin embargo, desde entonces, Túnez ha enfrentado obstáculos significativos en su camino hacia la consolidación democrática.
A partir de 2011, se estableció un sistema de transición que buscaba un equilibrio entre el presidencialismo y el parlamentarismo. Según su constitución oficial del año 2014, este es un sistema “semiparlamentario” que tenía el objetivo de evitar el retorno a un presidencialismo autoritario. Durante la última década, Túnez experimentó un elevado cambio de liderazgo, con la alternancia de nueve presidentes. El partido islamista conservador Ennahda desempeñó un papel destacado en el Congreso donde tuvo mayor peso para decidir, pero no logró implementar reformas efectivas a través de la figura del Primer Ministro. De igual forma Ennahda fue crucial en la transición democrática, pero su influencia disminuyó en ciertos períodos debido a la coalición con otros partidos y las tensiones internas. La transición se vio sumamente ralentizada por la corrupción, la deficiente gestión de la pandemia de COVID-19 y un crecimiento acelerado de la polarización social que alimentó el descontento popular.
Primer triunfo de Kaïs Saied
Llegado el año 2019, se celebraron nuevamente elecciones presidenciales, en las cuales, el candidato independiente Kaïs Saied fue electo presidente gracias a la buena imagen que tenía la opinión pública sobre él, ya que se mostraba como una figura honesta. Aunque asumió el poder con la intención de restaurar la estabilidad, en su inicio enfrentó una estructura política en la que el Primer Ministro opositor, Youssef Chahed, detentaba la mayor parte del poder.
Giro antidemocrático nuevamente hacia el presidencialismo autoritario
Si bien parecía que la estructura se mantendría nuevamente, la situación dio un giro drástico en julio de 2021, cuando Saied suspendió el Parlamento, despidió al Primer Ministro Hichem Mechichi y asumió plenos poderes. Previamente esta medida era considerada como temporal para establecer un orden transparente en el gobierno, sin embargo se consolidó en el tiempo, redactando una nueva constitución y alejándose de los principios democráticos. A pesar de la crisis económica y la falta de mejoras visibles, una gran parte de la población respaldó sus acciones, que fueron percibidas como un golpe de fuerza necesario.
En 2022, se celebró un referéndum sobre la nueva constitución, que fue aprobado con una abrumadora mayoría, aunque la participación ciudadana fue baja: hubo una abstención del 70%. Esta nueva carta magna fue escrita al antojo de Saied, quien eligió a los integrantes de la comisión redactora y permitió que posteriormente asumiera la suma del poder público, erosionando los poderes del parlamento y del poder judicial, facilitando designar jueces a su antojo.
Persecución a opositores
Luego de conseguir la suma de poder público bajo la justificación de reordenar el país y terminar con la meta original de la revolución, el primer mandatario se dedicó a perseguir opositores y encarcelarlos para limpiar el camino hacia el actual año electoral. El resultado fue que sus dos últimos competidores eran desconocidos para el electorado, ya que la justicia tunecina, luego de detener y procesar a los aspirantes a la presidencia, los inhabilitó para presentarse.
Ennahda decidió no participar de las últimas elecciones como repudio al manejo del oficialismo de las nuevas garantías constitucionales y del poco espacio para la disidencia y el debate. Este partido tiene actualmente más de 170 miembros detenidos por motivos políticos (según Human Rights Watch) y con esto queda demostrado que los partidos tradicionales en Túnez están sufriendo una crisis de legitimidad.
Ayachi Zammel, su principal contrincante en estas elecciones se encuentra encarcelado, condenado a 14 años de prisión por “falsificación” de firmas. Durante los días previos, los disidentes y opositores, en especial las familias de los detenidos por motivos políticos, confiaron su voto a Zammel, candidato que prometió su liberación y una nueva Constitución. Sin embargo sólo pudo lograr el 7,35% de los votos, seguido en tercer lugar por el líder panarabista del Movimiento del Pueblo, Zuhair Magzhaui, con el 1,97%.
Conclusión y situación actual
El país continúa con una presente tensión social que se suma a una fuerte crisis económica, donde se destaca el desempleo y un aumento en las migraciones ilegales por parte de los jóvenes. La pérdida de libertades genera preocupaciones crecientes que hacen recordar a una época oscura de despotismo, autoritarismo e injusticia. Túnez debe volver a ser visto como el faro de la democracia en la región, sin embargo, su futuro próximo es incierto y su población se encuentra escéptica con las instituciones democráticas.
Bibliografía
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- RTVE
RTVE. (2024, octubre 8). El presidente de Túnez gana las elecciones con el 90% de los votos, pero con una baja participación. Recuperado de https://www.rtve.es/noticias/20241008/presidente-tunez-gana-elecciones-90-votos-participacion/16278299.shtml