La guerra arancelaria: el gobierno Suizo invita a una reunión a China y EEUU

Por Bagna Agustin

La guerra arancelaria es uno de los principales conflictos económicos, sociales y culturales del siglo XXI, ha marcado profundamente las relaciones internacionales desde su estallido en 2018. Aunque en los últimos años se habían logrado algunas treguas parciales, en 2025 las tensiones han resurgido con fuerza, impulsadas por nuevos aranceles, restricciones tecnológicas y una creciente desconfianza mutua

De guerra arancelaria a tregua

La denominada “Guerra de Aranceles” entre China y Estados Unidos, iniciada por Donald Trump, al poco tiempo de iniciar su segundo mandato, estalló al imponer aranceles a diferentes países, entre ellos, algunos especialmente altos para el gigante asiático, el cual no se quedó callado y respondió con otros aún más altos, llegando al punto de una reunión entre representantes de ambos países que tendrá lugar en Suiza.

El encuentro se celebrará entre el 9 y 12 de mayo. Por parte de la Casa Blanca concurrirán el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial, Jamieson Greer.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China confirmó que a la reunión enviará en su representación al viceprimer ministro He Lifeng y anticipan que su posición ha sido siempre clara y que no cederán en principios. Esta sería la primera reunión formal entre ambos países desde que comenzó la suba de aranceles entre estos.

 

La elección de Ginebra como sede de esta reunión no es casualidad, ya que responde a su papel histórico como territorio neutral y a su tradición diplomática, lo que proporciona un entorno apropiado para el diálogo.

El ministro chino de Comercio anunció que iniciarán las negociaciones con EE. UU. atendiendo “los llamados de la industria y los consumidores estadounidenses”. Aunque también advirtió que no sacrificará “su posición de principios ni la equidad y la justicia internacional para obtener un acuerdo”.

“Espero tener conversaciones productivas mientras trabajamos para reequilibrar el sistema económico internacional y servir mejor a los intereses de Estados Unidos”, declaró Bessent en un comunicado en la previa al encuentro.

En esta primera reunión ambas partes se encontrarán para preparar el terreno para las siguientes negociaciones. “Vamos a acordar de qué vamos a hablar. Mi sensación es que esto irá sobre una desescalada, no sobre un gran acuerdo comercial”, explicó el secretario del Tesoro estadounidense.

La situación actual

La situación actual está marcada por un endurecimiento reciente de las medidas arancelarias. Estados Unidos ha incrementado los aranceles sobre productos tecnológicos chinos, acusando a Pekín de prácticas comerciales desleales y de subsidios estatales que distorsionan la competencia. China, por su parte, ha respondido con restricciones a las importaciones agrícolas y componentes electrónicos estadounidenses. Ambos insisten en proteger sus intereses estratégicos, pero también reconocen los riesgos de prolongar la confrontación.

Aunque, aparentemente, Trump estaría considerando bajar hasta un 50% los aranceles impuestos a China, debido a que luego de una reunión con diferentes empresarios estadounidenses, estos le hayan demostrado gran preocupación ya que, gracias a dichos aranceles, los precios de ciertos productos podrían escalar rápidamente, por los grandes costos de producción que las empresas tendrán que enfrentar.

La mayoría de economistas expertos consideran que esta suba de aranceles entre ambas potencias es insostenible, siendo lo recién mencionado una de las grandes consecuencias, sin mencionar también, el efecto negativo que esto genera en los mercados, cadenas de suministro y relaciones diplomáticas.

Tabla de Valores Arancelarios impuestos por Trump el 2 de Abril de 2025

La postura china ante la guerra arancelaria

Según China, las negociaciones han sido organizadas a petición de Estados Unidos, subrayando que su posición sobre los recargos impuestos “no ha cambiado”. “Cualquier diálogo debe basarse en la igualación, el respeto y el beneficio mutuo. Cualquier forma de presión o coacción no tendrá ningún efecto en China” declaró Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Además de lo ya mencionado, China advirtió que si Estados Unidos quiere resolver el problema a través de la negociación, debe afrontar el grave impacto negativo de sus acciones en sí mismo y en el mundo.

La reunión en Suiza se presenta como un intento de estabilizar una relación que no solo afecta a las dos mayores economías del mundo, sino que tiene implicaciones globales.

Conclusiones

Vivimos en un contexto globalizado, donde las acciones económicas y políticas de un país, tienen efectos colaterales, en mayor o menor medida, en todo el mundo, ya que existe una relación de interdependencia entre todas las naciones. Esto significa que, por más que los aranceles impuestos, por ejemplo a Argentina o Brasil, sean menores que los impuestos a China, de alguna forma u otra terminarán afectando a todos los Estados.

Más allá de las negociaciones, la Reunión en Suiza tiene un valor simbólico. Refleja la voluntad, al menos parcial, de evitar que la rivalidad comercial se convierta en una fractura irreversible del sistema económico global. En un mundo marcado por la incertidumbre geopolítica y el desacoplamiento tecnológico, cualquier paso hacia el entendimiento entre Washington y Beijing será bien recibido por una comunidad internacional que solo busca una estabilidad.

23 de mayo de 2025
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