
Por Lucila Antuña
A pesar de los factores adversos , la intervención estatal rusas se convirtió en un potente aliado cuando se quiere fortalecer la industria tecnológica, a través de políticas públicas, la sustitución de importaciones y el impulso a sectores clave, Rusia ha logrado que la industria tecnológica incremente su peso dentro del conjunto de la economía nacional, elevando así su participación en el PIB.
Sin embargo, este avance no ha dependido únicamente del Estado, sino también del esfuerzo del sector privado, cuya inversión e innovación han sido clave para sostener el desarrollo tecnológico en un contexto desafiante. Si bien 2022 fue un año oscuro para la industria tecnológica rusa, en 2023 ha habido un ascenso, consolidando en los años posteriores. Este crecimiento se ha visto impulsado por varios factores, incluyendo un aumento en la producción de hardware y software, así como una expansión en servicios de TI y las importaciones paralelas a través de países aliados.
Además, la participación estatal no solo busca morigerar los efectos negativos de la guerra, sino también consolidar la soberanía tecnológica y debilitar la dependencia del extranjero. Este aislamiento tecnológico fue un empellón para impulsar el desarrollo de capacidades propias y fomentar la innovación nacional, que a largo plazo, podrían traducirse en una mayor soberanía y competitividad global. Aunque un obstáculo sigue siendo la dependencia económica con China.
La intervención estatal rusa en la defensa y seguridad
Un hecho importante a remarcar es que en este entorno de conflicto armado, donde evidentemente la mayor parte del presupuesto se destina a gastos de defensa y seguridad, se ha asignado una proporción significativa al sector tecnológico. Esto demuestra la importancia que el gobierno ruso le otorga a este sector de la industria tan importante no solo para la Economía, sino también para el contexto bélico.
La capacidad de defenderse contra ciberataques y utilizar la tecnología de manera estratégica es esencial para cualquier gobierno en la era digital. (Inter University, 2024) Estos ataques no solo afectan infraestructuras críticas, sino que también influyen en la percepción pública y en la moral de la población. La digitalización ha permitido que los conflictos vayan más allá del espacio físico y de la esfera de lo militar, llevando la guerra al ciberespacio. (Inter University, 2024)
El ascenso de Donald Trump y la negociación de paz con Putin
Por otro lado, el ascenso al poder de Donald Trump da un giro a las relaciones entre EE.UU. y Rusia que se venían dando hasta ahora. Su postura crítica hacia el involucramiento de EE.UU. en la guerra en Ucrania es un guiño al término de esta guerra contemporánea, y el hecho de que el mandatario norteamericano se acercara a Putin para negociar una tregua, deja un cierto margen de seguridad de que, en caso de darse una apertura rusa a las negociaciones, se dará marcha atrás en un futuro próximo a las sanciones económicas que se venían aplicando a Rusia.
Es menester remarcar que en la conversación telefónica que tuvo lugar el lunes 19 de mayo de 2025 entre los pares de EE.UU. y Rusia, Putin afirmó que “Rusia está dispuesta a trabajar con Ucrania en un memorándum “sobre un posible tratado de paz futuro”” (RFI, 2025). Este viraje marcará un antes y un después en uno de los contextos más significativos del presente siglo en el campo de las Relaciones Internacionales, y comenzará una nueva etapa en la economía rusa, particularmente la industria tecnológica.