La Vida de Winston Churchill

Por Alfonso Lorenzo de Olmos

Winston Churchill es sin lugar a dudas uno de los grandes íconos del siglo XX en el plano político. Su rol dentro de la política del Reino Unido llegó incluso a cambiar el destino del mundo. Desde sus aventuras en las guerras por el Imperio Británico hasta su rol como Primer Ministro en la Segunda Guerra Mundial y por último su apoyo a la creación de la Unión Europea.

Winston Churchill

Los inicios de Churchill. Desde su Juventud hasta sus primeras aventuras militares

Winston Leonard Spencer Churchill nació el 30 de noviembre de 1874, en el Palacio de Blenheim, ubicado en Oxfordshire. Fue hijo de Sir Randolph Churchill y Jeremy Jerome. Sus años de infancia eran una mezcla de ternura e infelicidad, por la atención que llegaba a recibir de sus respectivos padres, al igual que de sus niñeras. Seguido de ello, estaba su respectiva actuación académica que dejaba demasiado desear, según sus profesores en la escuela de Harrow.

 

Fue así que su padre tomó la decisión de llevarlo a la Royal Military College, en Sandhurst. Una vez ingresado después de fracasar en sus exámenes de ingreso, Winston obtuvo mejores calificaciones y egresó de la institución para ingresar a la 4ta división de los Hussares en 1895.

 

Sus aventuras militares tuvieron comienzo en la Guerra de la Independencia de Cuba contra España, en donde hizo reportes de combate para el diario inglés The Daily Graphic por unos meses. Al año siguiente, su regimiento viajó a la India, donde allí prestó servicio como soldado y periodista en la Frontera Noroeste (1897). Ampliado como The Story of the Malakand Field Force (1898), sus despachos atrajeron tanta atención que lo lanzaron a la carrera de escritor que siguió intermitentemente a lo largo de su vida. En 1897-98 escribió Savrola (1900), una novela romántica ruritana, y se incorporó a la fuerza expedicionaria del Nilo de Lord Kitchener en el mismo papel dual de soldado y corresponsal. Su trabajo escrito llamado The River War (1899) describe brillantemente la campaña.

 

Los Años de Churchill en la política, la Primera Guerra Mundial y su retiro político

Gracias a sus experiencias militares, Churchill se convertiría en un abierto y orgulloso defensor del Imperio Británico, que dominaba una cuarta parte del mundo para el inicio del siglo XX. Fue tal que se metería en el mundo del periodismo y de la política al mismo tiempo, labores que serían fundamentales en su vida.

 

En el año 1900, Winston Churchill entró a las filas del Partido Conservador y consiguiese un escaño como representante conservador de Oldham en la Cámara de los Comunes (1900), lo que sería el inicio de una carrera politica con muchos logros y fracasos durante el transcurso de su vida.

Winston Churchill

En 1904, Winston, que se encontraba en un abierto desacuerdo en las filas de los conservadores, se iría al Partido Liberal, donde su membresía duraría hasta 1924. En ese período alcanzó su primer cargo gubernamental en el gabinete de Henry Campbell-Bannerman, que lo nombró subsecretario de Colonias. Luego de ello, ocupó diferentes puestos desde ministro de Comercio (1908-1910), Ministro del Interior (1910-1911) y Lord del Almirantazgo (1911-1915) en el gobierno de quien sería primer ministro entre 1908 y 1916, Herbert Henry Asquith y David Lloyd George, en la Primera Guerra Mundial.

 

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, Winston Churchill trabajó en el Almirantazgo hasta el desastre de Gallipoli, donde las fuerzas británicas intentaron hacer una incursión en el frente Otomano, cuyo resultado terminó en masivas pérdidas. Dicho evento dejó marcado a Winston, lo que le llevó a ser expulsado del frente político. Pero se llegaría a recuperar una vez que se alistó militarmente para ayudar a las fuerzas aliadas en el frente occidental contra los alemanes. Luego de luchar por un año, regresó al plano político y En julio de 1917, Churchill fue nombrado ministro de municiones en medio de una tormenta de protestas de los conservadores. Excluido del gabinete, el papel de Churchill fue casi enteramente administrativo, pero sus dinámicas energías volcadas en el desarrollo y la producción del tanque (que había iniciado en el Almirantazgo) aceleraron enormemente el uso del arma que rompió el punto muerto en el frente occidental. Paradójicamente, Churchill no volvió a un departamento de servicio hasta que terminó la guerra. En enero de 1919 se convirtió en secretario de Guerra. Como tal, presidió con sorprendente celo la reducción del gasto militar. Sin embargo, la principal preocupación de su mandato en el Ministerio de Guerra fue la intervención aliada en Rusia. Churchill, apasionadamente antibolchevique, consiguió de un gabinete dividido y poco organizado una intensificación y prolongación de la intervención británica más allá de los deseos de cualquier grupo importante del Parlamento o de la nación, y a pesar de la amarga hostilidad de los trabajadores. En 1920, después de que se hubieran retirado las últimas fuerzas británicas, Churchill contribuyó decisivamente a que se enviaran armas a los polacos cuando invadieron Ucrania.

 

En 1921, Churchill pasó al Ministerio de las Colonias, donde su principal preocupación eran los territorios bajo mandato en Oriente Medio. En lugar de las costosas fuerzas británicas en la zona, reemplazó la dependencia de la fuerza aérea y el establecimiento de gobernantes que fueran compatibles con los intereses británicos; para esta solución de los asuntos árabes se basó en gran medida en el asesoramiento de T. E. Lawrence. En cuanto a Palestina, donde heredó promesas contradictorias a judíos y árabes, en 1922 elaboró ​​el Libro Blanco que confirmaba a Palestina como hogar nacional judío al tiempo que reconocía la continuidad de los derechos árabes. Churchill nunca tuvo responsabilidad departamental sobre Irlanda, pero pasó de una creencia inicial en el mantenimiento firme, incluso despiadado, del dominio británico a un papel activo en las negociaciones que condujeron al tratado irlandés de 1921. Posteriormente, dio pleno apoyo al nuevo gobierno irlandés.

Winston Churchill

En 1922, se produjo una debacle política que llevó al inestable gobierno de coalición a la ruina, siendo Churchill una de las peores víctimas. Aquejado por un repentino ataque de apendicitis, no pudo aparecer en público hasta dos días antes de las elecciones, y entonces sólo en silla de ruedas. Fue derrotado humillantemente por más de 10.000 votos. Así que se encontró, como él mismo dijo, de repente “sin cargo, sin escaño, sin partido e incluso sin apéndice”.

 

Después de estar por dos décadas en el Partido Liberal, Churchill retornó a las filas del Partido Conservador en 1924. Sin embargo, su retorno no fue muy bien visto por la gran mayoría, pero logró encontrar su lugar a pesar de las dificultades. Al año siguiente de su retornó fue Ministro de Hacienda en el gabinete de Stanley Baldwin. Sin embargo, la crisis económica de 1929, en la cual era parte del gobierno que recibió el golpe económico, terminó poniendo un punto final a su vida política y todo el mundo ya se había cansado de su presencia. Fue así que Churchill empezó a vivir su llamado “Tiempo en el Desierto Político”.

 

Churchill en su retorno a la política y la Segunda Guerra Mundial

Con el ascenso de Adolf Hitler en Alemania en 1933 y la creciente amenaza que esta empezaba a poner incluso por encima de la ola comunista que amenazaba a Europa, Churchill regresó a la política en 1934. Una vez de vuelta a la política, comenzó a escribir artículos, declarar y advertir de forma consistente el latente peligro que el Imperio Britanico estaría frente a Hitler y una Alemania que se recuperaba de manera rápida en el plano económico y social. El propio Winston siempre dijo que la única forma de evitar que Alemania se expanda era mediante la guerra. Desafortunadamente, sería ignorado por gran parte del cuerpo político y carecía de influencia y se encontraba en aprietos personales por sus deudas económicas que no podía pagar en ese entonces. Pero con el paso de los años antes de que Hitler atacó a Polonia, Churchill formaría parte del gabinete de Neville Chamberlain y sería un abierto opositor a las políticas apaciguadoras que realizaba el último. El mejor ejemplo de ello, fue su repudio a la Paz de Múnich, donde los Sudetes fueron entregados a Alemania sin un disparo, y ahí lo vio como una mayor vergüenza y derrota.

Luego, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill regresó al puesto de Lord del Almirantazgo en septiembre de 1939, después de la declaración de guerra entre Gran Bretaña y Francia hacia Alemania Nacional Socialista. Pero con el desastre en Noruega y la Blitzkrieg germana llegando hacia Francia y los Países Bajos, Neville Chamberlain fue obligado a renunciar. Como consecuencia de ello, Churchill fue nombrado primer ministro de Gran Bretaña, el 10 de mayo de 1940.

Durante el icónico conflicto bélico, Winston vio como objetivo destruir a Alemania a toda costa. Ante ello, tuvo que poner su talento oratorio a la prueba. Pero para realmente obtener triunfos contra Hitler y Mussolini, él veía como opción pedir el ingreso de los EE.UU en la guerra, cosa que lo luchó incluso cuando el Reino Unido estaba solo gracias a la capitulación de Francia el 22 de junio. En ese período sus únicas victorias fueron contra la Italia Fascista en Egipto y Libia y la batalla aérea de Inglaterra donde la RAF venció a la Luftwaffe de Göering.

Pero entre 1941 y 1942, con las entradas de la Unión Soviética y los Estados Unidos a causas de los ataques de Alemania y Japón, Churchill se volvió vital en crear la coalición aliada que triunfaría ante el Eje Roma-Berlín-Tokio.

Por otra parte, más allá de los logros conseguidos entre los años 1942 hasta 1945, estuvieron también diferentes desastres militares en su mando, como también su serie de crímenes de guerra que cometieron sus fuerzas.

En el lado de los desastres militares, estuvieron las derrotas en el frente de África contra el Afrika Korps de Rommel hasta el Alamein, la rendición de Singapur contra los japoneses en 1942, el desastre de Market Garden y sus derrotas diplomáticas contra Roosevelt y Stalin. Esto último empezó a afectar a Churchill y notar que el paradigma de poder global cambiaba de forma negativa para su querido imperio británico. Esto lo vio en las conferencias de Teherán (1943), Yalta (1945) y Potsdam (1945).

Luego, estuvieron los crímenes de guerra que se le pueden atribuir a Churchill como el bombardeo indiscriminado de las ciudades europeas hacia la población civil. Sobre todo, a las de Alemania, Francia e Italia a mencionar. También su apoyo a los planes vengativos que algunos miembros judios del gabinete de Roosevelt tenian para los alemanes, como furiosa represalia contra el Holocausto. La Operación Keelhaul, donde reenvió civiles y soldados de Europa Oriental hacia Stalin y la infame hambruna de Bengala, en donde millones de bengalíes murieron por no permitirles el acceso de comida. Pero su mayor crimen, sería su traición hacia Polonia, país al cual Gran Bretaña entró, solo para entregarla a Stalin.

Winston Churchill

La Vida de Churchill en la Posguerra y sus Últimos Años

Con la Segunda Guerra Mundial finalizada en el frente de Europa, Churchill se presentó para las elecciones parlamentarias que terminarían siendo desastrosas para los conservadores. Después de ello, Winston pasaría liderando la oposición y a su vez abogaría por la unificación europea, como una posible forma de que Europa resucite después de la Guerra y pueda ser un bastión de resistencia ante la llamada Cortina de Hierro, forjada por la URSS. Un buen ejemplo de ello, está en su famoso discurso que hizo en su visita a Zúrich, el día 9 de septiembre de 1946. En ella explico de forma detallada sobre la situación e historia de Europa y el efecto que tuvieron la dos guerras mundiales y que debería el viejo continente hacer ante la actual Guerra Fría y el mundo que estaba formándose. Pero la parte más importante de su discurso sería:

“Debemos recomponer la familia europea dentro en una estructura regional, que podría llamarse “Estados Unidos de Europa”. Y el primer paso práctico en esa dirección será constituir un Consejo de Europa. Si, en un primer momento, no pueden o no están dispuestos a incorporarse a la Unión todos los Estados de Europa, deberemos empezar por reunir y poner de acuerdo a aquellos que quieran y puedan.”

Luego, en 1951, Winston Churchill regresaría al poder como Primer Ministro tras su victoria electoral. Dos años después fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura por sus Memorias sobre la Segunda Guerra Mundial. Alegando razones de edad y otros problemas politicos y economicos que se encontraban lejos de su alcance,, presentó la dimisión en abril de 1955, después de ser nombrado Caballero de la Jarretera por la reina Isabel II y de rechazar un título nobiliario a fin de permanecer como diputado en la Cámara de los Comunes. Fue sucedido por su amigo y compañero en la Segunda Guerra Mundial, Anthony Eden.

En sus últimos años, Churchill se había alejado de la política y lidiaba con su depresión y otros problemas de salud que lo llevarían a su inevitable muerte el 24 de enero de 1965. En ese día fatídico, todo el mundo lamentó su partida y fue concebido para un funeral de características reales, que fue pedido por la Reina Isabel II.

 

Legado y Controversias

Winston Churchill, como toda figura de la historia de la humanidad ha dejado un legado que marcó todo un siglo y sigue siendo presente en nuestros días.

A su vez, dejó grandes controversias que dan hasta el presente mucho para debatir. Desde sus visiones favorables a la eugenesia, sus posturas raciales, como fue la forma en la que intentó manejar la ola antisemtia que dominaba en Europa, su oposición hacia el comunismo y fascismo, su orgullosa lealtad al Imperio Británico hasta sus crímenes en la Segunda Guerra Mundial.

Todos estos puntos mencionados seguramente dejan para muchos historiadores y escritores pensar y ver quién ha sido Winston Churchill y los años en los que vivió. Pero lo importante está en que siempre debemos de recordar y analizar su legado de manera crítica, reconocer sus defectos y honrar sus logros, para aprender de la historia y construir un futuro más justo y equitativo.

 

Bibliografía

20 de noviembre de 2024
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