Por Camila Rocio Torres
A un poco más de un mes de los graves acontecimientos climáticos ocurridos en Valencia, la política española no ha sabido recibir con certeza los “inputs” de la población y se encuentra ante una fractura política que afecta en gran medida tanto la popularidad de sus dirigentes como a la población que requiere ayuda inmediata y sin vueltas. La “DANA” que según sus siglas significa “Depresión Aislada en Niveles Altos” es un efecto climático que ocurre puntualmente en regiones del mediterraneo europeo, caracterizado por violentas lluvias con abundante acumulación de precipitaciones en cortos periodos de tiempo.
Los hechos que cambiaron para siempre a Valencia
El pasado 29 de octubre del corriente año, Valencia y regiones aledañas atravesaron por una de las peores catástrofes climáticas de su historia, en menos de 8 horas cayeron en forma de lluvias torrenciales un total de 300 litros por metro cuadrado lo cual provocó que pequeños riachuelos se convirtieron en violentos ríos sin freno alguno. Un total de 25.000 hectáreas fueron arrasadas, lo cual provocó que mucho barro, ramas e incluso animales de granja fueran empujados hacia áreas urbanas, arrastrando consigo casas, centros comerciales, edificios y cocheras subterráneas. Decenas de testimonios de sobrevivientes han comentado que el agua llegó en forma de “tsunami” y que los avisos de alerta roja llegaron muy tarde, cuando el agua ya les llegaba por arriba del pecho. Más allá de las pérdidas económicas y de infraestructura que se calculan en miles de millones de euros, se estima que la DANA dejó un saldo de más de 250 muertos y 89 desaparecidos, entre las víctimas se encuentran familias enteras con niños y ancianos que no pudieron evacuar a tiempo.
Numerosos informes de especialistas en climatología, incluso avisos de alerta de la embajada de Japón, denunciaron previamente los efectos destructivos de la DANA. Además, si se hubiera prestado atención a los avisos meteorológicos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) entre otras entidades nacionales e internacionales , se hubiera podido dar aviso a tiempo a la población de evacuar de forma inmediata y así evitar la muerte de cientas de personas. Por otro lado, con planes estratégicos por parte del gobierno tanto local como nacional español; los impactos pudieron haber sido menores y menos mortíferos. Lamentablemente el hecho no fue analizado por ningún sector político. Como consecuencia, la ineficacia y la falta de comunicación hicieron que no se tomarán medidas para el planeamiento de protocolos para prevenir los eventuales hechos climáticos catastróficos para la zona que históricamente ya tenía antecedentes de este calibre.
¿Cómo actuó el sector político ante los hechos?
La noche del 29 de octubre fue, según sus supervivientes, “apocalíptica”. Muchos de los vecinos y con la ayuda de sábanas intentaban salvar a personas que la corriente arrastraba, sin luz y con ayuda de sus teléfonos celulares intentaban buscar entre la corriente personas e incluso animales domésticos . A la mañana, el sol daba luz al terrorífico escenario, pero lo que más sorprendió a los ciudadanos fue el desamparo y la desesperación por no poder contactar a sus familiares. Transcurrida las 24 hs parecía que la ayuda no llegaba, lo que hizo que los vecinos salieran con lo puesto a buscar supervivientes, abrir autos, sacar el barro de sus hogares, rescatar lo poco que dejó la DANA sin romper de sus locales comerciales. Ante la situación y bajo el lema “solo el pueblo salva al pueblo” miles de voluntarios de toda España se movilizaron a pie a ayudar a sus compatriotas.
Pocas horas después de lo ocurrido, Pedro Sanchez comentó estar al “tanto” de la situación, y declaró haberse comunicado por Whatsapp con el presidente valenciano, Carlos Mazón, el cual se encontraba “desconectado” de la situación y brillaba por su ausencia. Rápidamente la política declaró al mismo como el responsable de dar la orden de emitir la alerta y el máximo responsable de la inoperancia a la hora de resolver la situación. Las horas transcurrían y las disputas entre el PP y el PSOE continuaban, a raíz de esto, las fuerzas militares, bomberos y policías se encontraban desorientados por no recibir órdenes ni protocolos inmediatos para actuar en la zona. Los bomberos locales y los civiles fueron fundamentales para la acción inmediata que se necesitaba. Por desgracia, fue recién transcurrida las 48 hs que se envió a la UME (Unidad Militar de Emergencia) y otros 500 efectivos.
La población comenzó a inquietarse ante la “relajada” medida que tomó tanto del gobierno central como local. La falta de maquinaria pesada, como bombas para desagotar las cocheras, maquinaria para correr los escombros, los autos, la chatarra y demás de las carreteras dificultaron aún más las tareas de rescate.
Un par de días después de los hechos, Sanchez comentaría por televisión una controversial frase: “(…) el Gobierno central está listo para ayudar. Si necesita más recursos, que los pida, no hace falta priorizar unos municipios sobre otros ni jerarquizar tareas; se prioriza cuando faltan medios, y ese no es el caso”.
Más tarde, el 3 de noviembre, ocurriría un hecho histórico en la política española, el rey Felipe VI de España junto a su esposa Letizia y la comitiva gubernamental central y de Valencia acudieron a la zona cero, en Paiporta, donde fueron recibidos con insultos, empujones y barro. Los sobrevivientes gritaban “asesinos”, “fuera”, “ayuda”, “Mazón dimisión” o “Pedro Sánchez dimisión”. El presidente tuvo que ser retirado de la zona ya que la población se encontraba dispuesta a lincharlo, quedando el rey Felipe, la reina Letizia y Mazón solos entre la desesperada multitud.
La situación actual de Valencia
Pasado el mes de los hechos, hasta el día de hoy han habido dos marchas en contra de la gobernanza actual por el mal manejo de la situación en Valencia y se planea una tercera para el 29 de diciembre. Los motivos para el descontento social son varios; a pesar del desembolso de un total de 14.373 millones de euros para la reconstrucción de Valencia y otro paquete de medidas destinadas a los sobrevivientes; desde la postura de las víctimas de la DANA ellos se sienten relegados en un segundo plano en la agenda de gobierno, pues según el VOX y el PSOE hay asuntos más primordiales. Esto quedó claro cuando el pasado 10 de diciembre se daría un funeral para las víctimas de la DANA la cual Sanchez y su comitiva no asistió por no ser un funeral de Estado ni oficial.
Por otro lado, la desconexión de la política con sus ciudadanos ha fracturado la confianza hacia las instituciones y la democracia, tal como señala la politóloga española Anna I. López “La gestión de la prevención y la coordinación ha afectado a la credibilidad de las instituciones” y también declaró que “El problema es que, cuando la gente se siente abandonada, no entiende de atribuciones competenciales”
Sin duda alguna estamos ante un hecho que repercutirá en gran medida en la gobernabilidad y las futuras elecciones en España.
