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Los diecisiete objetivos de desarrollo sostenible

Por Yesica Barotto

La Agenda 2030, y los diecisiete objetivos de desarrollo sostenible, que se delinearon en la Cumbre llevada a cabo en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, en septiembre del año 2015. Esta Agenda fue sancionada por medio de los Jefes de Estado y de Gobierno, y los altos representantes reunidos en ese entonces.

En lo que respecta a la Agenda 2030, la misma se encuentra conformada por diecisiete objetivos y ciento sesenta y nueve metas, cuyo fin es el seguimiento de lo que anteriormente se conocían como los Objetivos del Desarrollo del Milenio (2000), compuestos por ocho objetivos aprobados por ciento noventa y dos miembros de las Naciones Unidas y una serie de organizaciones internacionales, acordando que los mismos debían de alcanzarse para el año 2015, con el fin de acabar con la pobreza en el mundo. Entre los mismos, figuran: reducir la pobreza extrema, reducir las tasas de mortalidad infantil, luchar contra epidemias de enfermedades, como el VIH/SIDA, y fomentar una alianza mundial para el desarrollo. Empero, llegado ese año, los mismos no fueron alcanzados en su completitud.

Por ésta razón, en el 2015 se resuelve seguir avanzando sobre los mismos, pero acompañado de otros nuevos objetivos, puesto que el fenómeno del cambio climático comenzó a ser, sin duda alguna, una amenaza para la población mundial y el desarrollo de la vida. En síntesis, hablamos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan actuar tras planes de mitigación, adaptación, e innovación en pos de seguir el mayor desarrollo posible, empero ya no de una forma meramente socioeconómica, sino pensando que el mismo pueda sostenerse en el tiempo, lo cual implica que preserve el medio ambiente y los recursos naturales. En síntesis, los ODS se conciben tanto en lo ambiental, como en lo social, y lo económico.

Ahora bien, éstos objetivos se han establecido en escala mundial, es decir con propósito de llevarse adelante por todos los países. Lo cual podríamos preguntarnos porque ello es así, si en todo caso existen países los cuales generan muchísima más contaminación, y gases de efecto invernadero que a diferencia de otros. Entonces ¿por qué no lo llevan a cabo aquellos primeros? pues sucede que el cambio climático, y todas sus preocupantes consecuencias, afectan tanto al ser humano, sus condiciones y desarrollo de la vida, como también a la propia economía de cada país, a la producción de alimentos, al turismo, empresas, etc. De allí que este fenómeno, ha de ser posible de atenderse tras una perspectiva global, con diferentes actores que conformen una red de acciones y decisiones. Además, que lo ambiental es transversal a lo social y a lo económico, como éstas entre sí.

Por consiguiente, la Agenda 2030 compromete y responsabiliza a todos los países, sin distención de riquezas y tamaños, y mucho menos de fronteras físicas o políticas, a movilizar sus recursos, y a establecer alianzas de trabajo y cooperación.

Tras ésta introducción vale mencionar a cada uno de los ODS, que tienen como elementos esenciales a cinco factores: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz, y las alianzas.

  1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
  2. poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
  3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
  4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
  5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
  6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
  7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.
  8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
  9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.
  10. Reducir la desigualdad en y entre los países.
  11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
  12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
  13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
  14. Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares, y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
  15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la perdida de la diversidad biológica.
  16. Promover sociedades pacificas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
  17. Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.

¿A qué aludimos con Desarrollo Sostenible?

La CEPAL, expresa que la génesis del concepto, proviene de la Comisión Brundtland, constituida por la Asamblea General en 1983. Su informe, “Nuestro Futuro Común” (1987) expresaba que aquel hace referencia “al desarrollo que permite satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro de satisfacer sus propias necesidades, y buscaba atender tanto las demandas por una agenda de protección del medio ambiente como las de asegurar el desarrollo de los países con menor nivel de desarrollo”.

Sin embargo, advierte la CEPAL, fue en La Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Río de Janeiro, 1992, en donde se formaliza el concepto de desarrollo sostenible.

Sucede que el impacto ambiental que está provocando el desarrollo con el cual habituamos a vivir en el planeta, hace que peligre no solo el mismo, sino la vida humana, las condiciones de vida, la propia economía, y con todo ellos los propios derechos humanos. Pues el clima se ve altamente alterado poniendo en riesgo la propia biodiversidad, elevando las temperaturas con el calentamiento global de la tierra, las precipitaciones, lo cual significan una amenaza alarmante para cualquier ser vivo del planeta, y para la producción de alimentos, como también para la propia infraestructura ya sean las viviendas como las instituciones indispensables para el orden social, sin mencionar los daños irrecuperables en la flora y la fauna lo cual perjudican a su vez a los seres humanos, y así entramos en un círculo vicioso de nunca acabar.

 

La importancia de trabajar de forma global

Como bien se sostuvo anteriormente, el cambio climático y su efecto principal, el calentamiento global, son dos realidades que afectan a todo el mundo, no en igual escala pero si a modo universal. Por consiguiente, es menester tomar medidas al respecto que se den de manera conjunta y global, empero que además,  sean aptas de aplicar en cualquier país, en todos sus niveles sobre todo local. Es imprescindible apostar por el plan de acción que se propone desde Naciones Unidas: la cual, busca establecer una gobernabilidad, en materia ambiental, que tiene como propósito trabajar desde una gobernanza “…las prácticas de gobernanza van desde la expansión de regímenes internacionales y supranacionales, pasando por asociaciones nacionales y regionales públicas-privadas, a redes de poder y de toma de decisiones más localizadas…” (Jessop: 2013, p.230)

Ahora bien, con la emisión de éstos diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible para la Agenda 2030, en pos de que los estados partes diseñen y ejecuten políticas públicas orientadas a la promoción del desarrollo sostenible, Argentina, ha asumido este compromiso: de allí las numerosas legislaciones que surgieron en los últimos años en materia ambiental, como también programas, proyectos, etc.

desarrollo sostenible
Fuente: http://corpoebatecund.com/

 

 

Así mismo, y siguiendo el caso argentino, se debe tener en cuenta que ello no finaliza allí, puesto que nuestra forma de organización política territorial se basa en un sistema federal, por lo cual, concurre una gran distribución de potestades a nivel nacional-provincial, sobre todo ambientales. Como bien establece la Constitución Nacional Argentina, tras su última reforma, en su artículo n°124 in fine: corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.

En consonancia, también se dispone constitucionalmente del art. n° 41 el cual consagra el derecho que tiene toda persona, a un ambiente sano y equilibrado, e impulsa a las autoridades públicas estatales, la obligación de asegurar éste derecho instaurando el reparto de competencias legislativas ambientales en nuestra organización federal.

Así mismo, existe una gran distribución de responsabilidades en materia local-municipal, sobre todo en lo que refiere a los residuos, ya que la producción de los mismos varía dependiendo los ámbitos, el modo de vida, consumo, época, etc. Pues se requiere que los municipios establezcan también políticas ambientales que regulen la extracción de recursos naturales, y los desechos que esa población genera.

Siguiendo con la idea de Gobernanza, es menester destacar, como sostienen Oszlak y O’Donnell, que existen otros actores además de los organismos estatales que toman posición dentro de la cuestión, como lo es el sector privado. Actores como empresas u otras entidades, juegan un rol fundamental, siendo imprescindibles para la realización de inversiones. Tener un sector empresarial comprometido a la causa en conjunto con el sector público, es fundamental para llevar a cabo inversiones e innovaciones tecnológicas que den solución al problema; además, es mucho más probable que el capital privado invierta en planes de mitigación e innovación, y que por su parte el Estado lo haga en cuanto a los de adaptación, lo que se debe a una cuestión de costos.

Ahora bien, la idea de trabajar a través de redes o gobernanza, implica ocuparse no solo por el bien común de la sociedad civil, sino desde ella. En consonancia con los actores anteriormente mencionados, es imprescindible que existan canales de participación que incorporen a la población en la toma de decisiones de políticas ambientales, y en las acciones que se planeen llevar a cabo, en fin se debe actuar en coordinación con la misma.

No obstante, y ésto para reflexionar: el hecho de que existan estos ODS y planes de acciones en acuerdo con los todos los estados partes, con el fin de establecer una eficiente gestión estatal ambiental, no significa que en todos los países se está avanzando considerablemente, ni mucho menos los planes están funcionado a la perfección. Si bien, existe cierta empatía en considerar que los cambios son posibles de realizar a modo paulatino, también es preciso entender que la situación ambiental, en la actualidad, es crítica y alarmante. De allí, que a criterio personal, considero que es hora de teñir por completo los tiempos actuales de la gestión pública, de color verde.

 

El derecho a un Medio Ambiente sano, como derecho universal

Como sostiene Nuria Cunill Grau, la protección del Medio Ambiente se establece como garantía de otros derechos como son  los económicos, sociales y culturales, puesto que, sin un medio habitable en el cual poder desarrollarse, se ven vulnerados la mayoría de los derechos de las personas. Pues, trayendo las propias palabras del Relator Especial sobre los Derechos Humanos y Medio Ambiente de la ONU, John H. Knox, “los derechos humanos y la protección del medio ambiente son inherentemente interdependientes”…

desarrollo sostenible
Fuente: humanium.org

En conclusión, atender la temática ambiental, precisa la implementación de una gobernanza, instituyendo un enfoque de redes de política en donde… “los actores formalmente responsables de las decisiones no son los únicos al momento de tomar decisiones”… (F.M.Jaime, G. Dufour, M.Alessandro y P.Amaya. 2013: p.160). De allí que, se delimita una línea de acción que va desde lo internacional, Naciones Unidas, quien impulsó la orden de dar respuesta a la alarmante crisis climática, a través de una cooperación internacional en donde países desarrollados aportan a través de entidades financieras internacionales como el BID INVEST, IFIS, Banco Mundial, Green Climate Fund, etc, sustento económico a los países subdesarrollados para que estos cuenten con recursos para comenzar a accionar y asi lograr cumplimentar la Agenda 2030.

 

Bibliografía:

Apunte del curso: “Desarrollo Sostenible en Municipios”, del instituto de educación ambiental Greentech.

Apunte del curso: “Gestión y Diseño de Políticas Ambientales”, del instituto Córdoba Global y Greentech.

Desarrollo sostenible: https://www.cepal.org/es/temas/desarrollo-sostenible/acerca-desarrollo-sostenible

Federalismo Amibiental: http://www.saij.gob.ar/maria-eugenia-gago-federalismoambiental-recursos-naturales-distribucion-competencias-legislativas-constitucionnacional-argentina-dacf170396-2016-12/123456789-0abc-defg6930-71fcanirtcod

Jessop, B. (2017). El Estado. Pasado, presente y futuro. Madrid, España: Catarata.

Oslak y O’ Donnell: Estado y políticas estatales en América Latina. Hacia una estrategia de investigación. Documento CEDES, marzo 1976

Fernando M. Jaime, Gustavo Dufour, Martín Alessandro y Paula Amaya. Introducción al análisis de políticas públicas. Capítulo 3: Las políticas públicas: el desarrollo de un campo disciplinar pág. 53 a 81.

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