Por Carla Crimella
A modo de introducción, algunas definiciones y consideraciones a tener en cuenta. Naciones Unidas define al migrante internacional como cualquier persona que ha cambiado su país de residencia. Esto incluye a todos los migrantes, independientemente de su situación legal o de la naturaleza o el motivo de su desplazamiento.
A su vez, la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe) sostiene: “el migrante internacional es un término genérico no definido en el derecho internacional que, por uso común, designa a toda persona que se traslada fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de una frontera internacional, de manera temporal o permanente, y por diversas razones.”
El organismo encargado de la cuestión que aquí se trata es la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), siendo su matriz la ONU, y teniendo como objetivo principal la promoción de la migración humana, así como también brindando ayuda a los estados con todo lo relacionado a la gestión de la misma.
Actualmente, el número de personas que viven fuera de su país natal se ha acrecentado. Según estadísticas de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA en inglés), a 1° de julio de 2020, se estima que el número de migrantes internacionales en todo el mundo era de casi 281 millones. Los migrantes internacionales representan aproximadamente el 3,5% de la población mundial, en comparación con el 2,8% en 2000 y el 2,3% en 1980.
Si bien existen, como se mencionó anteriormente, diferentes causas por las cuales una persona elige migrar o trasladarse de su tierra natal, también son distintas las clasificaciones según si la persona posee estatus de refugiado o si solicita asilo político, entre otros. Un ejemplo claro del primero, sería el caso de los refugiados ucranianos que huyeron de la invasión rusa en febrero de 2022 hacia otros países de Europa, pudiendo luego solicitar el status de asilo en el estado que los recibe. Un caso interesante respecto del asilo político es, además, el de Julian Assange luego del escándalo WikiLeaks, en el que este acudió a la embajada de Ecuador en Londres solicitando asilo ya que consideraba que su vida corría peligro en una hipotética extradición a los Estados Unidos, donde rige la pena de muerte por delitos de traición.
La migración se relaciona de manera directa con los Derechos Humanos, es por lo que el llamado migrante goza del pleno ejercicio de sus derechos internacionalmente otorgados, sin embargo, cuando estos se encuentran vulnerados y/o atacados, son los estados (mediante vía diplomática) como sujetos del DIP, los encargados de la protección de los individuos. A pesar que las medidas no son coercitivas, la exposición del estado agresor ante la opinión internacional ayuda en gran manera a la solución -muchas veces efectiva- del conflicto. Por lo expuesto, y rescatando las palabras del Dr. Julio Barboza: “existe un deber de protección del Estado territorial a los extranjeros, deber en cuyo cumplimiento debe poner la debida diligencia. Como en todas las obligaciones de este tipo, la debida diligencia que se requiere debe ser estimada caso por caso.” (El subrayado me pertenece). El estado no cumple con su deber de protección si un extranjero o grupo de extranjeros es objeto de discriminación, xenofobia o amenazas o si incluso omite castigarlos de acuerdo con su derecho interno.
CRISIS DE MIGRANTES ACTUAL EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Mucho se ha analizado respecto de la situación de los migrantes en los países que los reciben, siendo estos generalmente desarrollados, pero ¿Qué sucede cuándo la migración procede de un país subdesarrollado o en vías de desarrollo a otro? Dicha situación se ha extendido en los últimos años en la llamada migración Sur-Sur, siendo el ejemplo más claro el caso de Venezuela. Con la dictadura chavista en su esplendor, y luego de la muerte de Chávez, bajo el mando de Nicolás Maduro -continuando con la misma- los problemas de escasez de alimentos como de otros productos básicos y la inflación astronómica han llevado a sus nacionales a la pronta escapatoria del territorio, por ser imposible aspirar algún tipo de progreso. Representa este movimiento, el mayor éxodo de la historia reciente en América Latina (se estima que 4,8 millones de venezolanos viven como refugiados o migrantes). En un primer momento, la gran mayoría huyó hacia Colombia, por cuestiones obvias de cercanía, pero también hacia Ecuador, Perú, Brasil, Chile, Argentina; y en la región caribeña hacia Curazao, Aruba, Guyana, República Dominicana y Trinidad y Tobago. La comunidad venezolana ha sido recibida en muchos países, como en la Argentina, donde ya se encuentran establecidos, insertados en el mundo laboral y académico, científico y social. Pero en otros lugares, como en Curazao, donde 14.000 venezolanos emigraron, viven ocultos, con el miedo constante a ser deportados y volver al país del cual escaparon. Eso muchas veces ha sucedido y ha traído graves consecuencias para la persona y su grupo familiar o cercano, llevando a persecuciones políticas que no terminan -generalmente- de la mejor manera.
EL PARTICULAR CASO DEL DARIÉN
Otro flujo migratorio creciente ha sido de Colombia hacia Panamá, existiendo un cruce por la Selva del Darién, una de las regiones más peligrosas en cuanto a vida silvestre y supervivencia. Al ser una frontera natural, las personas se adentran en ella con el claro objetivo de escapar de sus países de origen, pero no teniendo en cuenta los peligros de transitar por ella. Existen, en ocasiones, familias enteras migrando de un lugar a otro, con niños y adolescentes en condiciones deplorables que deben sobrevivir en la selva pasando hambre, sin higiene básica, escolarización y demás necesidades fundamentales. Según varios testimonios, la naturaleza no es lo más amenazante: sino el propio ser humano. Los migrantes y sus familias son vulnerables a cualquier tipo de abuso, trabajo forzado, extorsión, privación de la libertad, etc., lo que beneficia en gran medida a las organizaciones delictivas que sacan provecho de la situación.
Se estima que aproximadamente medio millón de personas cruzaron el tapón en 2023, cifra que se elevó respecto a 2022 (habían sido 133.000 en ese año) fijando una clara tendencia migratoria en aumento en solo doce meses.
El “infierno verde” posee 5000 kilómetros cuadrados de bosques tropicales, montañas escarpadas y ríos, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Además de ello, las temperaturas pueden alcanzar los 35° llevando a graves estados de deshidratación, así también como enfermedades -dengue, malaria- obligando a las personas a trasladarse a los hospitales más cercanos y dar por finalizada la travesía.
El Darién es actualmente, como ya mencioné, ‘tierra de nadie’ para las bandas delictivas que usan el lugar como territorio para perpetrar delitos de índole sexual y de trata de personas, entre otros. Poco se dice acerca de este fenómeno que a ninguno de los dos gobiernos -colombiano y panameño- parece concernir. Según Human Rights Watch, ambos países “no están protegiendo” a los migrantes y los solicitantes de asilo, ni tampoco “investigando los abusos en su contra”. A su vez denuncian 245 desapariciones entre 2021 y 2023, advirtiendo que es posible que la cifra sea mucho mayor.
En conclusión, al ser la Selva del Darién una frontera natural, está desprotegida -parcial o totalmente- por los gobiernos de Colombia y Panamá, ya sea para con las personas que la transitan como para el territorio en sí, permitiendo el paso de cualquier persona que pretenda establecerse con fines ilícitos en cualquiera de los dos.
Es tarea de los gobiernos nacionales como de los organismos internacionales asegurar la protección y sobre todo proveer la información necesaria a los migrantes, especialmente en regiones con poca estabilidad. La escasa presencia de los estados se suma a que no tienen un esquema claro de organización respecto a esta problemática.
Finalmente, si no es resuelta a la brevedad, podría incrementarse considerablemente la cantidad de delitos, desapariciones y muertes mientras más sea la gente que cruce la región en busca de una vida mejor.
REFERENCIAS:
- un.org/es/global-issues/migration
- cepal.org/migracion#:~:text=T%C3%A9rmino%20gen%C3%A9rico%20no%20definido%20en,permanente%2C%20y%20por%20diversas%20razones.
- iom.int/system/files/pdf/iml4.pdf
- Barboza, Julio. Derecho Internacional Público. Editorial Zavalia.
- acnur.org/asilo-y-migracion
- org/emergencias-humanitarias/venezuela-crisis-de-refugiados-y-migrantes_273/?utm_source=Google%20Grants&utm_medium=paidsearch&utm_campaign=Venezuela&utm_term=Emergencia_Venezuela&gclid=CjwKCAjw7oeqBhBwEiwALyHLM9kM-xczPQCnoIvpf7q4A1lRfvlN5TPzZ22WOzMlvgmty6rh4h5GFBoCKeAQAvD_BwE
- iadb.org/es/el-impacto-de-la-migracion-en-america-latina-y-el-caribe-un-analisis-de-la-evidencia-reciente?gclid=CjwKCAjw7oeqBhBwEiwALyHLM4tKCZwBHW8f9Zu6of9e6k7qkVqxXhKdyFwXitWbJBDWGnQYIADkmBoC1S4QAvD_BwE
- https://www.vozdeamerica.com/a/los-10-peligros-de-cruzar-el-darien-el-infierno-verde-de-las-americas/6705004.html
- https://www.infobae.com/colombia/2024/04/03/gobierno-de-colombia-y-panama-desprotegen-a-los-migrantes-que-atraviesan-el-darien-segun-human-rights-watch/
- https://www.nationalgeographicla.com/viajes/2023/07/por-que-la-selva-del-darien-es-conocida-como-una-de-las-mas-peligrosas-del-mundo