Por Damián Martínez
El crecimiento, y consolidación, del continente asiático en el escenario internacional es una realidad innegable. En esa línea, existen ciertos países que, hace aproximadamente 70 años, eran más pobres que la gran mayoría de sus contrapartes del África subsahariana y, en la actualidad, están entre las economías más dinámicas del Mundo. Hablamos de los denominados ‘tigres asiáticos’: Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong Kong. Estos últimos lograron lo que, a los ojos del resto del Mundo, es un milagro económico sin precedentes.
Hagamos un breve repaso por cada caso particular.
Corea del Sur
La República de Corea, mejor conocida como Corea del Sur, es uno de los dos Estados ubicados en la península de Corea siendo el otro Corea del Norte.
Las permanentes tensiones entre Corea del Sur y su vecino del norte, hicieron del desarrollo económico, y militar, una especie de obligación para, así, lograr contrarrestar la amenaza norcoreana.
La importante reforma agraria emprendida por el gobierno surcoreano permitió consolidar el poder del Estado sobre el territorio e impulsó la principal actividad económica del país por ese entonces: la agricultura.
Desde los 60 en adelante, Corea del Sur implementó una política de fomento de las exportaciones que la llevó de ser una economía predominantemente agraria, y con una elevada pobreza, a convertirse en una potencia económica basada en la exportación de productos tecnológicos de alto valor agregado.
Los ‘chaebol’ fueron, en esa línea, actores protagónicos del meteórico crecimiento de la economía surcoreana. Estos son conglomerados de grandes empresas, usualmente manejados por familias, cuyos ejemplos más destacados son Samsung y LG.
Taiwán
La República de China, más conocida como Taiwán, es un país insular cercano a la República Popular China. Desde su proclamación como Estado, mantiene una disputa con la China continental: ambos países se consideraron, durante mucho tiempo, la verdadera China.
En el último tiempo, ha emergido una identidad nacional taiwanesa y se pretende el reconocimiento de Taiwán como un país independiente, y diferente, a China. Pekín, por otro lado, considera a Taipéi como parte indivisible de su territorio y ejerce una presión cada vez más fuerte sobre el mismo.
Como en el caso de Corea del Sur, Taiwán necesitó desarrollarse económica, y militarmente, para hacer frente a un enemigo externo cercano y amenazante.
También, su crecimiento económico estuvo muy asociado al incremento de las exportaciones tecnológicas y de alto valor agregado en detrimento de las agrícolas. Para ello, el gobierno eliminó, desde 1945 en adelante, las restricciones a las importaciones y devaluó su moneda lo cual propició un ambiente más propicio para los empresarios taiwaneses.
Además, la cultura del ahorro que existe en Taiwán fue un factor decisivo a la hora de analizar el éxito de este país: el crecimiento económico fue acompañado de un incremento del ahorro lo cual permitió financiar inversiones necesarias para la transición de una economía agraria y posteriormente industrial, a una en la cual los servicios, y el conocimiento, ocupan un lugar destacado.
Singapur
Singapur es una ciudad-Estado del sudeste asiático que limita con Malasia. A diferencia de los casos anteriores, no posee disputas geopolíticas con países cercanos.
Tiene una ubicación estratégica en términos comerciales, ya que se encuentra ubicada en las rutas comerciales de China, India y el Sudeste Asiático – grandes polos económicos de la región y el Mundo -.
En Singapur, el modelo económico fue de carácter mixto con el Estado interviniendo en sectores clave como la salud y la educación, pero, a su vez, se liberalizaron los flujos de capital y se brindaron importantes incentivos a los inversionistas extranjeros para que se radicaran en el país.
La intensa lucha contra la corrupción es otra de las características distintivas del éxito de este pequeño país que se convirtió en uno de los centros financieros, y económicos, más importantes del Mundo.
Su sistema educativo, frecuentemente calificado como el mejor del Mundo, es una pieza fundamental del rompecabezas, y la base sobre la cual se generaron los grandes cambios económicos, y sociales, ocurridos en Singapur.
Hong Kong
Hong Kong es una región administrativa especial de China con estatus semiindependiente.
En contraste con los casos anteriores, no es un Estado de pleno derecho. No obstante, mantiene una importante independencia respecto a China en lo económico, social y político.
A ese respecto, cabe destacar que el modelo económico de Hong Kong es uno de libre mercado con el comercio de bienes y servicios representando, aproximadamente, cuatro veces su PBI. Tampoco impone aranceles, cuotas ni cupos a las mercancías importadas.
Su sistema jurídico es independiente de cualquier tipo de influencia política y del poder económico, mientras que la legislación laboral es flexible y existe una gran facilidad para abrir empresas.
Similitudes y diferencias del milagro económico
Como puede observarse, existen algunas similitudes, pero también diferencias, entre estos casos de éxito.
En primer término, todos cuentan con instituciones sólidas como, asimismo, con un sistema educativo ejemplar. Además, todas son economías orientadas hacia la exportación y la generación de valor agregado.
La diferencia principal radica en los modelos políticos, y económicos, de los cuatro países: en el caso de Corea del Sur y Singapur, el sistema económico es el de un capitalismo dirigido por el Estado mientras que en Taiwán y Hong Kong predomina el libre mercado. En cuanto a lo político, Corea del Sur y Taiwán son democracias consolidadas mientras que Singapur es un sistema híbrido y Hong Kong es una pseudodemocracia dentro de un Estado totalitario – China.
Sea como fuere, los ‘tigres asiáticos’ son, en lo que a crecimiento económico y lucha contra la pobreza respecta, un verdadero ejemplo a seguir no solo para los países en vías de desarrollo. También lo son para las economías avanzadas.
El resto del Mundo, y particularmente América Latina, tienen mucho para aprender de ellos.