Por Agustina Bonatti
“Se lo buscó por andar vestida así´”, “los hombres son más razón y las mujeres más emoción”, “si un varón te trata mal es porque le gustás”, “a las mujeres no hay que entenderlas, hay que quererlas”, “fue un crimen pasional”, el mansplaining y… ¿Qué más tenemos que escuchar las mujeres y disidencias para alzar aún más fuerte nuestra voz?
Ni una menos: sus comienzos
Nueve años atrás, mientras transcurría el 2015, un hecho gravísimo conmovió a la población argentina en su totalidad desde la localidad de Rufino en Santa Fe. Chiara Páez, de 14 años, estando embarazada de dos meses, fue víctima de un femicidio de la mano de su novio Manuel Mansilla de 16 años.
Días después de cumplir 14, Chiara se reunió con sus amigas y a la medianoche fue a la casa de Manuel, como habían acordado. Se encontraron en un galpón. Inicialmente, Chiara y Manuel no deseaban tener al bebé que ella esperaba. Sin embargo, aparentemente durante la conversación, la adolescente insinuó que había cambiado de opinión.
Desde allí, Manuel tomó la decisión de cometer semejante atrocidad: la mató y la enterró en la casa de sus abuelos. Estas acciones lo condenaron a 21 años de prisión (el Destape, 2023).
Chiara como el puntapié inicial
En medio de esta situación de horror generalizado, la periodista Marcela Ojeda lanzó un desafío a través de las redes sociales: “Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales… mujeres, todas, bah… ¿no vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO”.
Fueron muchas las mujeres que reaccionaron ante este tuit y, en pocos días, se determinó una fecha y una consigna que, nueve años después, sigue vigente: Ni Una Menos. La movilización de miles de mujeres en 80 ciudades de Argentina marcó el inicio de un movimiento que, tiempo después, se expandiría aún más; no solo en el país, sino también por gran parte de América Latina. Este hecho terminó marcando un hito en la lucha feminista contra la violencia por motivos de género y los femicidios (el Destape, 2023).
Como se describe desde el comunicado de la Cámara de Diputados de la Nación en el año 2023, los femicidios son la peor cara de la violencia por motivos de género, pero no son la única. Existen diversos tipos, algunos más visibles que otros, pero están entrelazados y conviven dentro de un sistema que los avala y los reproduce. La Ley 26.485 (sancionada en el año 2009; sobre prevención, sanción y erradicación de la violencia contra la mujer) reconoce cinco tipos de violencia que es menester sepamos identificar: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial y simbólica.
Algunas cifras de los primeros 5 meses del año
En vísperas a este 3 de junio, según el reporte de “La Casa del Encuentro”, desde el 1 de enero al 31 de mayo de 2024, hubo 114 feminicidios en Argentina, 3 lesbicidios, 1 trans/travesticidio y 9 femicidios vinculados a varones adultos y niños.
Como consecuencia, 124 hijos quedaron sin madre, el 63% eran menores de edad. Como cada informe lo demuestra, el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor, ya que el 58% de las víctimas fueron asesinadas en su hogar y el 56% fueron asesinadas por parejas o exparejas.
Se indicó que 17 habían hecho denuncias previas; en tanto, cinco feminicidas tenían dictada una medida cautelar de prevención y siete son agentes o exagentes de fuerzas de seguridad. 11 de los feminicidios tuvieron lugar en un contexto de narcocriminalidad, 8 víctimas tenían indicios de abuso sexual, 1 se presume en prostitución o trata, 2 víctimas estaban embarazadas, 7 eran migrantes; en tanto, 17 feminicidas se suicidaron.
A modo de cierre
Para finalizar, decidí compartir un fragmento que forma parte del manifiesto de la organización “Ni una Menos” y explica muy bien sobre lo que como sociedad deberíamos considerar una práctica de reflexión diaria.
La violencia machista también mata, lentamente, cuando coarta libertades, participación política y social, la chance de inventar otros mundos, otras comunidades, otros vínculos.
Cuando nos dice cómo vestirnos y cómo actuar, mata nuestra libertad.
Cuando nos insulta o nos juzga por el modo en que disfrutamos nuestros cuerpos, mata nuestro derecho a poner en acto su inmensa potencia.
Cuando nos niega la palabra en el espacio público, la silencia o la minimiza; mata nuestro derecho a cambiar el mundo para todos y todas.
Cuando nos impone las tareas domésticas y de cuidado como si fuera un deber exclusivo y natural, mata nuestro tiempo.
Cuando nos niega la igualdad en los salarios, aunque hagamos el mismo trabajo, mata nuestra autonomía.
Cuando avasalla o abusa de nuestros cuerpos, mata nuestra integridad.
Cuando pretende controlar nuestra capacidad reproductiva, mata nuestro derecho a elegir.
En las calles queremos encontrarnos, libres, autónomas, críticas y solidarias; alegres y furiosas.
¡Ni Una Menos!
¡Vivas nos queremos!
Referencias:
- Capital Humano, “#3J Ni Una Menos y las formas de la violencia económica. Campaña de ilustraciones e intervenciones federales en la vía pública”: https://www.argentina.gob.ar/noticias/3j-ni-una-menos-y-las-formas-de-la-violencia-economica-campana-de-ilustraciones-e
- Honorable Cámara de Diputados de la Nación Argentina, “3J: A 8 AÑOS DEL PRIMER NI UNA MENOS”: https://www2.hcdn.gob.ar/genero/noticias/2021/noticia_104.html
- La Casa del Encuentro, Femicidio: https://www.lacasadelencuentro.org/femicidios.html
- Ni una menos, 3J: https://niunamenos.org.ar/quienes-somos/3-j/