Por Alfonso Lorenzo de Olmos
En Agosto de 1944, las capitales de Polonia y Francia, Varsovia y París, se rebelaron contra sus ocupantes nazis. La capital del país europeo occidental lograría su liberación en cuestión de días. Sin embargo, la ciudad de Europa Oriental tuvo que luchar por unos meses y deafortunadamente fracasó en su intento de librarse de sus ocupantes alemanes con fuertes pérdidas y consecuencias para Polonia.
La Guerra Para Agosto de 1944
Para Agosto de 1944, la victoria aliada en Europa estaba asegurada en todos los frentes militares, lo que lleva a la formación de dominios por parte de los Aliados Occidentales y la Unión Soviética. Esto a su vez, creaba las semillas
En el frente del Mediterráneo, los aliados ya pasaban Italia Central y se acercaban a liberar Firenze y a su vez, las actividades partisanas dentro de Yugoslavia, Grecia y Albania empezaron a forzar a sus ocupantes a realizar abandonos caóticos, hasta por lo menos la ciudad de Belgrado. Por lo cual los últimos dos países mencionados estaban para la toma por parte de los aliados occidentales. Sin embargo, solamente se podía hacer ello con Grecia. Mientras que Albania quedaba a manos del Ejército Rojo en unos meses.
Por parte del frente Occidental, tras la ardua batalla de Caen, el frente francés se volvió más accesible para los aliados y mucho más cuando el 16 de Agosto se lanzó la Operación Dragoon, en donde fuerzas angloamericanas desembarcaban en el sur de Francia, más allá de la desaprobación de Winston Churchill.
Por último, en el frente oriental, la Union Soviética ya había echado a todas las fuerzas germanas, junto con húngaros, belgas, finlandeses, españoles, franceses, escandinavos, croatas, rumanos e italianos de su territorio. Como resultado de ello, Stalin podía finalmente realizar su deseada expansión del comunismo en los países vecinos, iniciando con Rumania, seguido por Finlandia y Polonia.
La Liberación de París
Una vez realizada de forma exitosa la Operación Dragoon, los aliados comenzaron a empujar hacia la capital francesa de París, que estuvo bajo dominio de Alemania Nacionalsocialista desde junio de 1940, por producto de la rendición que firmó el Mariscal Philippe Petáin. Dicho asalto empezó el día 18 de Agosto, donde fuerzas de la Francia Libre, lideradas por Charles de Gaulle, junto con la ayuda de las tropas estadounidenses marcharían para la Ciudad de la Luz. Pero antes de la contienda armadas, se armaron huelgas y paros organizados por rebeldes comunistas, bajo el mando de Henri Rol-Tanguy que atacaron a los ocupantes alemanes. Estos sucesos molestaron abiertamente a De Gaulle y sus más cercanos generales y coroneles que les preocupaba la posible victoria comunista dentro de París. Por lo cual demandaron a las fueras de Eisenhower de ayudarlos de forma rápida y posible. Al principio el general estadounidense no estaba abierto a la idea, porque sus subordinados deseaban ganarles a los soviéticos en la carrera hacia Berlín por las cuestiones logísticas que implicaba un avance hacia París. Sin embargo, este cedió a las demandas, lo que también serviría para fines políticos y propagandísticos para Estados Unidos en su rol de ayudar a los rebeldes franceses.
La contienda armada, llegó a durar una semana en total, más allá del temor de algunos líderes aliados en lo arduo que sería liberar la ciudad y el temor de que se convirtiese en una especie de Stalingrado, cosa que a final de cuentas no sería el caso.
Pero el principal punto de partida para la liberación de París fue a partir del día 21 de Agosto, cuando la 11.ª División Acorazada británica relevó a la 2.ª División Blindada de Francia Libre, lo que ayudaría a las otras divisiones aliadas a dar el empuje final. Esto se daría a los tres días siguientes cuando dicha División Blindada del Ejército de la Francia Libre, bajo el mando del general Philippe Leclerc y apoyada por la Cuarta División de Infantería de los EE. UU., entró en París y entabló un combate de guerrillas con las tropas alemanas. Tras un intenso combate, para la tarde del día 25 de Agosto, las fuerzas de ocupación alemanas se rendían de forma oficial e incondicional y así las fuerzas de Leclerc entraron en la ciudad y el general Charles de Gaulle, líder de las Fuerzas de la Francia Libre, llegó para supervisar la liberación. Él mismo entró al edificio del Ministerio de la Guerra, en la calle de Saint-Dominique, y más tarde al Ayuntamiento, donde pronunció un discurso a la población de la ciudad que se puede decir abiertamente:
“¡París ultrajada! ¡París destrozada! ¡París martirizada! Pero París ha sido liberada, liberada por ella misma, liberada por su pueblo, con la colaboración de los ejércitos de Francia, con el apoyo y la colaboración de toda Francia, de una Francia que lucha, de la única Francia, de la verdadera Francia, de la Francia eterna.”
Tras ser consumada la victoria y los siguientes días de abiertos desfiles por la ciudad, lo que quedaba para los aliados era encontrar una ruta para entrar en el territorio alemán y finalizar la guerra en Europa. Pero también dio lugar a acciones nefastas contra aquellos que fueron señalados de colaboradores nazis, un ejemplo de ello sería la constante cortada de cabellos a las mujeres y sus marchas de la vergüenza mientras iban calvas y con esvásticas pintadas en sus frentes.
La Trágica Rebelión de Varsovia
En la mañana del 1º de Agosto de 1944, los partisanos polacos dieron inicio a su rebelión contra las fuerzas de ocupación nazi. Todo iniciaba bien para los polacos que seguían las órdenes de sus gobernantes exiliados en Londres, cosa que Stalin no podía permitir. Fue por ello que mandó una órden a sus fuerzas situadas en el río Vistula de no ayudarlos y durante el tiempo de la rebelión realizó duros comentarios contra los rebeldes. Su objetivo era imponer un gobierno comunista en Polonia, cosa que haría con los demás países que lograría ocupar más adelante.
En tres días, los polacos habían recuperado el control de la mayor parte de la ciudad, pero no lograron capturar las principales arterias de transporte y comunicaciones, como estaciones de ferrocarril y cruces de carreteras.
Sin embargo, el día 20 de agosto todo cambiaría para mal por el lado de los rebeldes de Varsovia. Las fuerzas alemanas en la ciudad llegaron a realizar sus planes de contraataque, que se efectuó el 25 de agosto. Fue un asalto bien apoyado y brutal, en el que fueron masacrados hasta 40.000 civiles polacos. El levantamiento, que estaba previsto que durara diez días, entró en una fase de asedio que favoreció a los alemanes mejor equipados y abastecidos.
Mientras tanto, el gobierno soviético se negó a permitir que los aliados occidentales utilizaran bases aéreas soviéticas para transportar suministros a los asediados polacos. Las potencias occidentales intentaron ayudar a los polacos, pero la distancia entre ellos y la ciudad limitó su capacidad; los vuelos desde Brindisi, Italia, ocupada por los aliados, atravesaron más de 800 millas (1.300 kilómetros) de territorio hostil y las pérdidas fueron extraordinarias.
Finalmente, el 13 de septiembre, el primer ministro soviético Joseph Stalin inició lanzamientos aéreos limitados de ayuda humanitaria y militar en Varsovia, pero fue demasiado poco y demasiado tarde para ayudar a los polacos.
Sin un apoyo aliado significativo, el Ejército Nacional se dividió en unidades pequeñas y desconectadas y se vio obligado a rendirse cuando se acabaron sus suministros (2 de octubre). Bór-Komorowski y sus fuerzas fueron hechos prisioneros, y los alemanes luego deportaron sistemáticamente al resto de la población de la ciudad y arrasaron la ciudad misma. En este segundo Levantamiento de Varsovia murieron 15.000 insurgentes y 250.000 civiles, mientras que los alemanes perdieron unos 16.000 hombres.
Al permitir que los alemanes reprimieran el Levantamiento de Varsovia, las autoridades soviéticas también les permitieron eliminar el cuerpo principal de la organización militar que apoyaba al gobierno polaco en el exilio en Londres. En consecuencia, cuando el ejército soviético ocupó toda Polonia, hubo poca resistencia organizada efectiva a su intento de establecer la dominación política soviética sobre el país e imponer el Gobierno Provisional de Polonia dirigido por los comunistas (1 de enero de 1945).
Conclusión
Recordando como las dos capitales de Europa se sublevaron contra sus fuerzas ocupantes representan el espíritu nacional de luchar contra aquellos que los ocupan y a su vez reforzar sus identidades. A su vez nos permite recordar sus respectivas consecuencias que dejaron después.
Por el lado de Francia, la liberación de París ayudó a poner atrás la vergonzosa rendición del 22 de Junio de 1940 donde se formó un gobierno colaboracionista que sería cómplice de atrocidades perpetradas por el Tercer Reich en su ocupación. Gracias a ello, el Gobierno de Vichy desapareció y resurgió la IV República Francesa que años después sería transofrmada en la V República.
Polonia, por su parte, tuvo la trágica fortuna de pasar de las manos de nazis a los soviéticos y así tener que soportar décadas de tiranía comunista. Por suerte, lograría recuperar su libertad y sus mártires que lucharon por ella no serían olvidados en la memoria colectiva del pueblo polaco.
Bibliografía
Beevor, Antony (2012). The Second World War. New York: Little, Brown and Company.
Berthon, S., & Potts, J. (2006). Warlords: an extraordinary re-creation of World War II through the eyes and minds of Hitler, Churchill, Roosevelt, and Stalin.
El alzamiento de Varsovia: una ciudad sola contra los nazis (La Vanguardia) https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20170705/47314033155/varsovia-se-rebela.html
París es liberada del yugo nazi (2019) (La Vanguardia) https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20190819/47310417881/paris-liberada-yugo-nazi.html
De Gaulle, Charles (1959). Mémoiresde Guerre. Volume III: Le Salut (1944-1946)
Eisenhower, Dwight D. (1948) Crusade in Europe. Ed. Doubleday.
(Britannica.com) https://www.britannica.com/event/Warsaw-Uprising