
Por Maria Florencia Nuñez Fiochi
En los últimos días, se ha mencionado la idea del presidente Donald Trump de comprar Groenlandia. A lo largo del tiempo, esta idea ha resurgido periódicamente, generando debates sobre la viabilidad y las implicaciones de tal adquisición. Aunque la propuesta pueda parecer extravagante, es importante analizarla desde una perspectiva histórica y geopolítica.
Groenlandia
Es una isla ubicada entre el océano Atlántico y el océano Glacial Ártico, es conocida como el territorio menos poblado de todo el mundo, con una densidad poblacional de 0.02%, siendo su capital y ciudad más poblada Nuuk. A su vez se encuentra recubierta por grandes bloques de hielo, y es el territorio con más hielo del planeta, solo por detrás de la Antártida. Si bien ha tenido varios referéndums a lo largo de su historia, políticamente, está constituida como una nación parte del Reino de Dinamarca, es decir, no se trata de un país independiente.
Intentos históricos de compra
Estados Unidos se ha mostrado interesado en Groenlandia desde el siglo XIX, y ha realizado varios intentos de compra a lo largo de los años. En el año 2019, Donald Trump ya había mencionado su interés en dicha isla. Es menester mencionar que no se trataría de la primera vez que los Estados Unidos adquieren un territorio mediante la compra, habiendo adquirido el territorio de Alaska perteneciente a Rusia, en el año 1867.
Viabilidad legal y política
Desde un punto de vista legal, la venta de Groenlandia sería posible si Dinamarca y Groenlandia estuvieran de acuerdo. Sin embargo, la Constitución danesa y el estatus de autonomía de Groenlandia hacen que tal acuerdo sea altamente improbable. Políticamente, la compra de Groenlandia generaría fuertes controversias tanto a nivel nacional como internacional. En Dinamarca, la venta sería vista por muchos como una pérdida de territorio y soberanía. En Groenlandia, la opinión pública está dividida sobre la cuestión, con algunos a favor de una mayor independencia y otros a favor de mantener los lazos con Dinamarca.
Luego de que el presidente Trump declarara el deseo de compra de Groenlandia, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, manifestó que Groenlandia no está a la venta.
Implicaciones geopolíticas
Groenlandia tiene una ubicación estratégica en el Ártico, lo que la convierte en un punto de interés para las grandes potencias. El cambio climático está abriendo nuevas rutas marítimas y permitiendo el acceso a recursos naturales en la región, lo que aumenta su importancia. En el caso de que dicha compra se concretase, provocaría un fortalecimiento de la presencia estadounidense en el Ártico, mediante el cual podría aumentar su presencia militar y económica en la región, lo que le permitiría contrarrestar la creciente influencia de Rusia y China.
Sumado a lo anteriormente mencionado, Groenlandia en el cual puede accederse a diferentes recursos naturales como minerales (entre los cuales se encuentra el uranio, zinc y los llamados “minerales raros”), petróleo, gas, reservas de agua, que podrían ser explotados por Estados Unidos.
Por último, al ser una zona estratégica, permitiría mayor control de rutas marítimas. Esta isla se encuentra en una posición estratégica para controlar las rutas marítimas del Ártico, que se están volviendo cada vez más transitadas.
Conclusiones
Aunque la compra de Groenlandia es teóricamente posible, es difícil que dicha compra pueda concretarse debido a obstáculos legales y políticos. Sin embargo, la propuesta resalta la importancia estratégica de la isla en el contexto geopolítico actual; debiendo tener consideración el resultado de las últimas elecciones estadunidenses, en las que el mencionado Donald Trump cuenta con un amplio apoyo en las cámaras alta y baja del Congreso, como así también mayoría en la Corte Suprema; por lo que, habremos de esperar las negociaciones en dicho sentido.