La teoría de los juegos posibilita que, a través de diferentes dilemas y estrategias, sea posible analizar hechos de la vida real y acontecimientos a nivel internacional. Este es el caso del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán que en este último tiempo ha ocupado la atención de los medios internacionales.
El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán
Desde hace tres décadas, las ex repúblicas soviéticas Armenia y Azerbaiyán se enfrentan por un enclave separatista en la región Nagorno Karabaj. La región está poblada mayoritariamente por armenios y cristianos, aunque internacionalmente es reconocida como parte de Azerbaiyán, un país rico en petróleo y mayoritariamente musulmán.
A finales de los 80 con el colapso de la Unión Soviética y la separación de los países que formaban parte del bloque comunista, el parlamento regional de Nagorno Karabaj, a través de su voto, formó parte oficialmente de Armenia a pesar de encontrarse dentro del territorio de Azerbaiyán. En cuanto Azerbaiyán luchaba contra ese movimiento separatista, recibía el apoyo del gobierno de Armenia, pero cuando ambos países obtuvieron la independencia de Moscú, el conflicto escaló a una guerra (entre 1988 y 1994) dejando miles de muertos y aproximadamente un millón de desplazados.
No fue posible establecer un acuerdo de paz, pero en 1994 se logró un alto al fuego mediado por Rusia. Los armenios separatistas crearon un Estado de facto manteniendo tensiones con Azerbaiyán. En 2019 ambos países emitieron un comunicado en el que sus mandatarios manifestaron una serie de promesas en cuanto a la elaboración de medidas concretas para la paz. Pero actualmente los combates con uso de armamento evidencian que las medidas de paz no han sido exitosas y que, por el contrario, la zona se encuentra viviendo la escalada de conflicto más grave en los últimos años.
En este terrible escenario, podemos encontrar dos versiones, una por cada parte involucrada. Por un lado, Armenia sostiene que hubo un ataque sobre asentamientos civiles en Nagorno Karabaj y que como respuesta derribó dos helicópteros del ejército de Azerbaiyán y los militares asumieron el gobierno civil al argumentar que Azerbaiyán había planificado la agresión. Por el otro lado, Azerbaiyán sustenta que un ataque por parte de Armenia acabó con la vida de una familia y que se pondrá fin a la ocupación de su territorio por parte de los armenios separatistas.
Es importante remarcar que la zona de tensión, el Cáucaso sur, es reconocida por su gas y otros productos que llegan desde el mar Caspio. Azerbaiyán es una conexión fundamental de gas y petróleo que va hacia Turquía y países de Europa. Es por ello que debe considerarse el factor económico, ya que una escalada del conflicto se convertiría en una amenaza económica en varios países.
Como se ha mencionado anteriormente, Rusia ha formado parte de este conflicto al pedir el cese al fuego hace más de 25 años y actualmente, vuelve a exigir un alto al fuego y un inicio de diálogo de forma inmediata. Cabe señalar que Rusia es tradicionalmente socio de Armenia y posee una base militar en dicho país.
Además de Rusia, deben considerarse la postura de los países limítrofes al conflicto: Turquía se encuentra más afín con Azerbaiyán, ya que el presidente Recep Tayyip Erdogan ha ofrecido públicamente su apoyo tanto en negociaciones como en el territorio; e Irán, que comparte frontera con ambos países, ha manifestado su interés por mediar en conversaciones de paz.
Caracterización según la teoría de los juegos
Si bien el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán se encuentra en desarrollo, existen algunas características que pueden analizarse a través de la lógica de la teoría de los juegos. Los dos jugadores principales fueron y continúan siendo, Armenia y Azerbaiyán con una tercera parte involucrada: Rusia. Dicho conflicto se ha caracterizado por tener una forma extensa, con casi tres décadas de enfrentamientos de baja intensidad en la zona de contacto. En cuanto a la estrategia dominante, esta no ha estado fuertemente marcada por un país u otro. El foco debe colocarse en el papel de Rusia como mediador en este conflicto, ya que históricamente ha sido un país influyente en la zona del Cáucaso y ha intervenido en asuntos internos. Ambos jugadores, tanto Armenia como Azerbaiyán, no han sido influenciados por el principio de racionalidad, ya que al momento de decidir un paso a seguir no han considerado la respuesta del otro jugador y el resultado es visiblemente no cooperativo. Esta característica refleja la amenaza mutua que viven producto de la escalada que ha sufrido el conflicto y de la forma en que el juego se fue desarrollando con el paso de los años.
Conclusión
Aunque se han analizado algunas características del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por medio de la lógica de la teoría de los juegos, queda pendiente como trabajo a futuro llevar a cabo un análisis en detalle de la gran escalada que se encuentra en desarrollo.
Bibliografía
- Brams, Steven. Teoría de juegos y política. Universidad de Nueva York (2003)
- BBC News Mundo. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54320690 Acceso: 3 de octubre de 2020
- BBC News Mundo. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54320690 Acceso: 3 de octubre de 2020
Autora
Soledad Bravo: Becaria OEA. Doctoranda en Ciencia Política (UFPE), Magíster Internacional en Gestión de ONG, Gestión de Voluntariado y Cooperación Internacional; Licenciada en Ciencia Política.