CAVE MUSICAM – BOMBARDEO ACUSTICO EN GUANTÁNAMO

Romper con la barrera del sonido para generar un arma acústica no pertenece exclusivamente a las guerras del siglo XXI. Desde los levantamientos jacobitas, la música ha sido utilizada como un instrumento no convencional para lograr vulnerabilidad en el individuo. Posiblemente se trate de una política concreta, y Guantánamo no es la excepción. Nietzsche bien lo ha anunciado:

“La música es un hechizo, ella embruja, pero también pervierte y absorbe completamente a sus auditores. «Cave musicam!»”

El LRAD y hermanos

Es posible considerar que estos dispositivos – basados en el uso de bandas sonoras – poco o nada tienen que ver con la música. El desarrollo de la tecnología y el conocimiento de la física del sonido han dado lugar a aplicaciones muy sofisticadas en el desarrollo de armas acústicas.

La música es considerada de menor importancia frente a la capacidad de desestabilización que tiene el sonido. En la carrera de armas no letales, herramientas anteriores se han sustituido por un sistema que la American Technology Corporation desarrolló después del año 2000: el Aparato Acústico de Largo Alcance, o LRAD (Long Range Acoustic Device) por sus siglas en inglés.

El LRAD se puede utilizar para “disparar” explosiones cortas de “intensa energía acústica” con el fin de incapacitar a la gente creando desorden espacial. Armas similares utilizadas en Gaza por Israel producen el efecto de:

“Ser golpeado por una pared de aire que es dolorosa para los oídos, causando a veces sangrado por la nariz y dejando al individuo temblando por dentro.”

De acuerdo a un vocero de la ATC, fueron usados en Irak en 2004:

“Para reproducir música a volumen muy alto y sonidos desestabilizadores, con evidentes resultados favorables como herramienta para las PsyOps (unidades de operaciones psicológicas), causando que la insurgencia reaccionara de maneras que incrementaba su vulnerabilidad considerablemente.“

Aun así, la elección del repertorio está delegada a la creatividad individual de los soldados PsyOps.

No touch torture

La cadena Al Jazeera emitió el documental “Songs of War”, explorando la relación entre la música y la tortura, para aprender qué es lo que hace de la música un estimulante tan poderoso.

En internet, uno fácilmente puede acceder al listado de canciones que, se conocen, han sido utilizadas en la base militar estadounidense de Guantánamo con fines de tortura. Barrio Sésamo, Barney y sus amigos, AC/DC, Red Hot Chili peppers, Christina Aguilera, por sólo nombrar algunos.

El director de The Human Right´s Proyect en Bard College, Thomas Keenan, explica que los prisioneros se vieron obligados a ponerse auriculares quedando solos con la música durante largos períodos de tiempo.

“It is music´s capacity to take over your mind and invade your inner experience that makes it so terrifying as a potential weapon” – (“es la capacidad de la música para hacerse cargo de tu mente e invadir tu experiencia interior que lo hace tan aterrador como un arma potencial.”)”

Cómo funciona psicológicamente

La Comisión Europea de Derechos Humanos describió en 1976 como un “sistema moderno de tortura”, que busca combinar la desorientación sensorial (aislamiento, estar de pie, extremos de calor y frío, luz y oscuridad, ruido y silencio) con dolor auto inducido, tanto físico como psicológico, con el fin de “desintegrar la identidad” de un prisionero.  El método “conduce al cerebro al mismo nivel de ansiedad que puede causar el síndrome de estrés postraumático”, asegura el psiquiatra Stephen Xenakis, General retirado del ejército de EEUU.

El prisionero se vuelve psicológicamente indefenso ante la autoridad de los interrogadores, tan dependientes de ellos como incapaces de resistir.

La “discursiva” legal

Este sufrimiento es difícil de documentar, dado que no deja marcas visibles en la superficie carnosa del cuerpo.

La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, adoptada por la Asamblea General de UN en 1984 – en vigor en 1987 – presenta una violación inobjetable a los Derechos Humanos. Aun así, en la teoría del derecho existe la figura jurídica que complejiza la situación: el Estado de Necesidad (EN), una figura que exime de responsabilidad penal. El EN se aplica en una situación en la que se vulnera un bien jurídico con el objetivo de salvaguardar otro de igual o mayor valor jurídico, es decir, se evalúa necesariamente la proporcionalidad de males.

Sólo puede aplicarse el EN ante torturas cuando exista certeza absoluta de la culpabilidad del individuo y en los que se ha ponderado con claridad la proporcionalidad de males. Pero muy lejos de ello es la situación de cientos de detenidos en el centro de detención de Guantánamo.

Giorgio Agamben, en “Estado de Excepción”, señala que el EN sobre el cual se funda la excepción:

“No puede tener forma jurídica, sino que la definición misma del término se hace difícil, ya que se sitúa en el límite entre la política y el derecho.”

Queda claro que la aplicación del EN antes que una decisión jurídica, es una toma de posesión política, y no hay leyes que permitan al sujeto desresponsabilizarse de su decisión apelando a una ley escrita por otro. En última instancia, en los centros de detención de la guerra contra el terror, todo preso es político, y por tanto, toda tortura, también lo es. En última instancia, toda posición ante la tortura es el reflejo de una política de Derechos Humanos.

Bibliografía:

• Lawrence E Hinkle, Jr, “Consideration of the Circumstances under which men may be interrogated, and the effects that these may have upon the function of the brain”. Fil: Hinkle, Box 7. CIA Behavior Control Experiments Colecction. National Security Archive. Wachington. Citado en McCoy
• Agamben, G (2004).- Estado de Excepción. Buenos Aires. Adriana Hidalgo editora.
• CUSICK, Suzanne G. “La música como tortura / La música como arma”. En: Revista Transcultural de Música, No. 10, (2006) URL:  http://www.redalyc.org/html/822/82201012/
• LRAD Corporation. (s.f.). Obtenido de Recuperado el día 12/06/2017: https://www.lradx.com/
• Jazeera, A. (30 de Mayo de 2012). Al Jazeera World. Obtenido de http://www.aljazeera.com/programmes/aljazeeraworld/2012/05/201253072152430549.html

Autora

Valentina Gauna, Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Empresarial Siglo 21. Voluntaria en la Cruz Roja Argentina, filial Córdoba.